La posible valoración de la salida a bolsa de Shein se enfrenta a un escenario incierto, fuertemente condicionado por las recientes decisiones políticas de Estados Unidos en materia de aranceles y comercio con China. A pesar de la luz verde que ha recibido de la Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido para su oferta pública inicial (OPI) en Londres, el éxito de la operación bursátil de la gigante del fast fashion dependerá, en gran medida, de cómo gestione el impacto de las nuevas tarifas impuestas por la administración Trump.
Tras recibir la aprobación de la FCA, un paso crucial en su proceso para cotizar en la bolsa de valores londinense, Shein se encuentra ahora a la espera de la autorización de los reguladores chinos, incluyendo la Comisión Reguladora de Valores de China y el Consejo de Estado. Sin embargo, el panorama se ha complicado notablemente con la amenaza de una escalada en la guerra comercial entre Estados Unidos y China, un conflicto que podría alterar drásticamente las bases del modelo de negocio de la empresa.
La administración Trump anunció la semana pasada la eliminación de la exención de minimis para las importaciones procedentes de China y Hong Kong, que entrará en vigor el 2 de mayo. Esta medida, que históricamente permitía la entrada en Estados Unidos de paquetes con un valor inferior a 800 dólares libres de aranceles e impuestos, supone un golpe significativo para empresas como Shein, Temu y Amazon, que han basado su estrategia en el envío directo de mercancías desde el extranjero al consumidor final.

La eliminación de la exención de minimis obliga a que todos los paquetes procedentes de China sean sometidos a un proceso de entrada formal y estén sujetos a un arancel del 120% o 100 dólares, que aumentará a 200 dólares después del 1 de junio. Este incremento sustancial de los costes podría afectar negativamente a la competitividad de Shein en el mercado estadounidense, su principal plaza, donde representa más del 28% de sus ventas.
Según datos recientes, el comercio bajo la exención de minimis ha experimentado un crecimiento exponencial, alcanzando cerca de 4 millones de paquetes diarios en 2024, de los cuales al menos la mitad provenían de China. La medida de Trump responde a las presiones de legisladores de ambos partidos, que argumentan que la exención ofrece una ventaja injusta a las empresas chinas en detrimento de los fabricantes estadounidenses.
Expertos del sector, como John Mercer, de Coresight Research, anticipan que la eliminación de la exención de minimis ejercerá presión al alza sobre los precios de Shein y Temu. No obstante, Mercer considera que estas empresas tienen la capacidad de adaptarse, diversificando sus operaciones a través de la distribución local, la incorporación de vendedores nacionales y la adopción de un modelo de marketplace de terceros.
Asimismo, Felicia Pullam, ex directora de la Oficina de Relaciones Comerciales de la Aduana y Protección Fronteriza de Estados Unidos, señala que las grandes empresas de comercio electrónico cuentan con los recursos necesarios para ajustar sus sistemas y cumplir con las nuevas regulaciones.
En su intento de proyectar una imagen de transparencia y compromiso con las regulaciones internacionales, Shein ha anunciado recientemente la inversión de 250 millones de euros en la economía circular europea y el apoyo a emprendedores, artistas y artesanos del sector. Sin embargo, la empresa sigue enfrentándose a acusaciones de prácticas laborales poco éticas, uso de algodón de Xinjiang y copia de diseños, denuncias que la compañía niega.
La búsqueda de una salida a bolsa en Londres se produce después de que su intento de cotizar en la Bolsa de Nueva York fuera bloqueado por legisladores estadounidenses en 2023, debido a las preocupaciones sobre sus prácticas laborales y su opacidad en la cadena de suministro. La decisión de optar por Londres coincide con un momento de acercamiento entre el Reino Unido y China, impulsado por la reciente visita de la ministra de Finanzas británica, Rachel Reeves, a Beijing, donde se acordaron inversiones por 600 millones de libras esterlinas.
En definitiva, el futuro de Shein en los mercados internacionales y su potencial éxito como empresa cotizada dependerán de su capacidad para gestionar las tensiones geopolíticas, adaptarse a las nuevas regulaciones comerciales y mejorar su imagen de cara a los consumidores y a los inversores.

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