Muhammad Ali Jr. explica su rechazo a retos televisivos de baile y cocina.

Amir Khan, el reconocido boxeador británico, ha revelado recientemente los motivos que le llevaron a rechazar invitaciones para participar en dos populares programas de televisión de la BBC: «Strictly Come Dancing» y «Celebrity MasterChef». La decisión del deportista, de 38 años, ha despertado interés en el panorama mediático, considerando su anterior participación en el reality de supervivencia «I’m A Celebrity… Get Me Out Of Here!» en 2017.

Khan, en una entrevista reciente, señaló que las negociaciones con la cadena pública británica tuvieron lugar el año pasado, pero finalmente declinó la oportunidad de participar en ambos formatos. Explicó que, si bien considera la posibilidad de unirse a «Strictly Come Dancing» en el futuro, la imposibilidad de cuadrar la agenda de grabación fue determinante en su negativa a participar en «Celebrity MasterChef» en la presente temporada. El deportista subrayó la complejidad de compaginar sus compromisos actuales con las exigencias de producción de este tipo de programas.

El boxeador, actualmente afincado en Dubái, ha expresado su interés en mostrar una faceta más personal a través de la participación en programas televisivos. Sin embargo, enfatizó que elige cuidadosamente los proyectos en los que involucrarse, buscando aquellos que le permitan mostrar su “yo real” y que representen un nivel de calidad acorde a sus expectativas. Esta postura selectiva sugiere una búsqueda de proyectos que contribuyan a su imagen pública de manera positiva y auténtica.

Más allá de las propuestas televisivas, la situación financiera de Khan no parece ser un factor determinante en sus decisiones. El deportista ha demostrado en los últimos meses una notable capacidad inversora, adquiriendo nuevas propiedades de lujo y llevando a cabo importantes desembolsos personales. En diciembre pasado, Khan compartió en redes sociales la adquisición de una nueva propiedad en Dubái, destacando su filosofía de inversión basada en la acumulación de activos y evitando el endeudamiento.

Esta solidez económica se evidencia también en recientes regalos a su esposa, Faryal Makhdoom, como la compra de un vehículo de alta gama valorado en más de 130.000 libras esterlinas. Sin embargo, el estilo de vida ostentoso del boxeador ha estado a menudo acompañado de controversias, como las recientes acusaciones de infidelidad que sacudieron su matrimonio y llevaron a un breve periodo de separación.

Según fuentes cercanas al matrimonio Khan-Makhdoom, la relación atravesó una crisis tras la divulgación de mensajes explícitos intercambiados por el boxeador con otra mujer. A pesar de las tensiones, la pareja parece haber optado por continuar con su relación, manteniendo una dinámica de coparentalidad en sus propiedades tanto en Dubái como en Reino Unido mientras Faryal evalúa el futuro de su matrimonio. El incidente ha puesto de manifiesto la complejidad de la vida personal del deportista, contrastando con su imagen pública de éxito y estabilidad económica.
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