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Viudos y viudas recuperan el derecho a asistir a visionados de la Academia.

La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas ha revocado temporalmente un privilegio de larga data concedido a las viudas y viudos de sus miembros, generando una considerable controversia en la industria cinematográfica. La medida, que limitaba el acceso a proyecciones exclusivas para miembros a estas figuras, fue revertida tras una ola de protestas y quejas, demostrando la sensibilidad de la organización ante las preocupaciones de la comunidad.

Durante décadas, la Academia permitía a las viudas y viudos de sus miembros fallecidos continuar asistiendo a proyecciones de películas en Los Ángeles y Nueva York, manteniendo así una costumbre que se consideraba un reconocimiento al legado de sus esposos y un gesto de apoyo. Sin embargo, una reciente notificación administrativa comunicó a alrededor de 300 personas en esta situación que, a partir de ese momento, las proyecciones estarían restringidas únicamente a los miembros de la Academia y sus invitados no pertenecientes a la prensa.

La decisión fue recibida con indignación por varias viudas, quienes expresaron su decepción ante lo que percibían como una medida insensible y carente de consideración. Irene Ramp, viuda del guionista Buck Henry, fue una de las primeras en alzar la voz, denunciando la decisión como “hiriente, mezquina y petulante”. Ramp, junto con otras viudas, como Christine Cuddy, viuda del productor Harry Gittes, y Laurie Rissien, viuda del productor Edward Rissien, compartieron su malestar a través de correos electrónicos dirigidos a la Academia, señalando la escasa ocupación de la sala Samuel Goldwyn en Los Ángeles como un argumento adicional en contra de la restricción.

La justificación inicial de la Academia se centró en la necesidad de priorizar el acceso a las proyecciones a sus 11.000 miembros, una cifra que ha aumentado considerablemente en la última década. Bill Kramer, CEO de la Academia, argumentó que se habían recibido quejas de miembros que no podían asistir a las proyecciones más populares, lo que llevó a la organización a tomar medidas para garantizar el acceso prioritario a sus miembros.

Sin embargo, la respuesta negativa de la comunidad y la presión ejercida por las viudas llevaron a la Academia a reconsiderar su decisión. En un correo electrónico posterior, Kramer anunció la revocación de la restricción, explicando que se había encontrado una solución que permitiría a las viudas y viudos continuar asistiendo a las proyecciones como invitados. Kramer transmitió sus disculpas por cualquier preocupación causada y reiteró el apoyo de la organización a estas figuras.

Fuentes internas de la Academia revelaron que la decisión inicial fue producto de un descubrimiento sorprendente: la lista de invitados no miembros a las proyecciones incluía a un total de 1.500 personas, acumuladas a lo largo de los años con criterios menos estrictos. Ante el crecimiento de la membresía y la preocupación por garantizar el acceso a las proyecciones a los miembros, se decidió cerrar temporalmente el acceso a los no miembros, lo que afectó inadvertidamente a las viudas y viudos. La rápida corrección de la situación demuestra la capacidad de la Academia para responder a las críticas y mantener su compromiso con la comunidad cinematográfica.
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Escrito por Redacción - El Semanal

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