Redacción - El Semanal
La mirada perdida de Giannis Antetokounmpo en el banquillo de los Milwaukee Bucks durante el cuarto partido de la serie de primera ronda contra los Indiana Pacers capturó la atención del mundo del baloncesto. Con nueve minutos restantes en el último cuarto y una desventaja de 20 puntos, el dos veces MVP permaneció inmóvil, a pesar de una actuación individual notable en el tercer cuarto, donde anotó o asistió en 24 de los 32 puntos del equipo.
La temporada de los Bucks, y el futuro inmediato de las estrellas de la franquicia, se ha visto dramáticamente afectado por las lesiones. Damian Lillard, la flamante adquisición de la postemporada, sufrió un desgarro en el tendón de Aquiles en el mismo partido en el que Antetokounmpo exhibió esa mirada inescrutable. Este percance no solo ha comprometido la próxima campaña de Lillard, sino que, dadas sus 34 años, arroja sombras sobre el resto de su carrera. Jugadores de los Bucks reconocieron, tras la derrota en Game 4, que la lesión de Lillard tuvo un efecto desmoralizador en el equipo.
Milwaukee cayó en el cuarto partido por 129-103. Aunque dos días después se enfrentaron nuevamente en un Game 5, a pesar de un triple-doble de Antetokounmpo, los Bucks volvieron a perder, esta vez en la prórroga (119-118), cerrando la temporada con su tercera eliminación consecutiva en la primera ronda.
Las reflexiones de Antetokounmpo de cara a una crucial pretemporada en Milwaukee tendrán repercusiones significativas para la franquicia y la liga. Según diversas fuentes, Antetokounmpo se siente feliz en Milwaukee, valora profundamente a Lillard y estaba satisfecho con el progreso de su conexión en cancha esta temporada. Juntos, conformaron la pareja más anotadora de la liga, con un promedio de 58.4 puntos por partido, y fueron clave en la remontada del equipo para ganar la Emirates NBA Cup en diciembre.
No obstante, los Bucks y Antetokounmpo tienen previsto reunirse después de la temporada para abordar tanto su futuro como los planes de la franquicia, algo que ocurre anualmente, pero que adquiere una connotación distinta tras no haber superado una sola serie de playoffs pese al dominio individual de su estrella.
Antetokounmpo ha manifestado repetidamente que su objetivo es competir por campeonatos en su mejor momento, y los Bucks han actuado en consecuencia. Sin embargo, el coste de esta búsqueda constante ha sido elevado, reduciendo el margen de error con cada decisión. El talento que rodea a la superestrella de Milwaukee se ha ido deteriorando desde el campeonato de la NBA en 2021. Los Bucks solo han ganado una serie de playoffs desde entonces y han caído en primera ronda por tercer año consecutivo, las últimas dos veces frente a unos Pacers que parecen haber superado a Milwaukee.
«No se siente bien», expresó Antetokounmpo después del Game 5. «Tengo que mirarme al espejo y ser mejor. Tengo que ser mejor.»
Las lesiones han mermado a los Bucks en cada postemporada desde su título. En 2022, Khris Middleton sufrió un esguince de rodilla en el segundo partido de la primera ronda y se perdió el resto de los playoffs; los Bucks perdieron en siete partidos ante los Boston Celtics en la segunda ronda. Fuentes dentro de la organización de los Bucks insisten en que, esa temporada, tenían el mejor equipo en general.
Milwaukee tuvo el mejor récord de la NBA en la temporada regular de 2023 antes de que Antetokounmpo se lesionara la espalda en el primer partido de los playoffs, lo que le obligó a perderse el segundo. A pesar de su regreso para el resto de la serie, los Miami Heat, octavos clasificados, sorprendieron a los Bucks, el primer cabeza de serie.
Una semana antes del inicio de los playoffs de 2024, Antetokounmpo sufrió una distensión en la pantorrilla y no llegó a disputar ningún partido de la postemporada.
En las dos temporadas desde la llegada de Lillard, con la esperanza de formar la pareja más formidable del baloncesto, Antetokounmpo y Lillard solo han jugado dos partidos completos de playoffs juntos.
Menos de dos semanas antes de la eliminatoria frente a los Pacers, Antetokounmpo reiteró en el podcast de uno de sus hermanos su ambición competitiva.
«El hecho de no tener un segundo campeonato… Miro mi carrera y todos pueden decir: ‘Oh, una carrera increíble, futuro miembro del Salón de la Fama, en la primera votación, lo que sea’, pero yo, mi objetivo personal, si no puedo ayudar a mi equipo a ganar un segundo anillo, me estoy decepcionando a mí mismo», afirmó Antetokounmpo.
Esta declaración ofrece una ventana a la mentalidad de Antetokounmpo, la misma que ha impulsado las decisiones de alto riesgo y presión constante de Milwaukee durante los últimos siete años.
A pesar de las incertidumbres en torno a su futuro, Antetokounmpo siempre ha optado por quedarse en Milwaukee. Ha firmado dos extensiones contractuales, un contrato supermáximo en 2020 y otra vez en 2023, y tiene contrato hasta la temporada 2027-28.
Sin embargo, después de nueve clasificaciones consecutivas a los playoffs, la segunda racha activa más larga entre los equipos, los Bucks tienen pocas vías para mejorar su plantilla. Esto conduce a la inquietante pregunta que se debate en toda la liga: si Giannis Antetokounmpo consigue un segundo anillo, ¿será en Milwaukee o fuera de ella?
Después del partido, sentado ante los medios, Antetokounmpo sabía que la pregunta sobre su futuro llegaría.
«No voy a hacer esto», dijo Antetokounmpo. «No voy a hacer eso. Sé cómo se va a traducir. No lo sé, colega. Desearía seguir jugando. Desearía seguir compitiendo y volviendo a entrenar. No lo sé.»
La química en el pick-and-roll entre Antetokounmpo y Lillard fue una prioridad para el entrenador Doc Rivers al asumir el cargo en enero pasado. Aunque la pareja estrella tuvo un rendimiento sólido pero discreto en su primer año juntos, Rivers, conocido por su experiencia dirigiendo a figuras de la liga, fue fichado precisamente para maximizar el potencial de ambos. A pesar del discreto inicio de temporada, Lillard encontró en Antetokounmpo una fuente de tranquilidad, lo que les permitió liderar al equipo hacia la victoria en la NBA Cup en diciembre.
«El año pasado era como si todos dijeran lo que teníamos que hacer», comentó Lillard. «‘Oh, queremos ver esto. Deberían hacer aquello, deberían hacer lo otro.'» «Este año, simplemente nos conocemos. No es forzado ni apresurado por lo que la gente dice que debemos hacer», añadió. La llegada de Lillard apenas una semana antes del inicio del campamento de entrenamiento en 2023 supuso un cambio radical que no ofreció tiempo para una adaptación suave.
Antetokounmpo y Lillard fueron emparejados instantáneamente con los mejores compañeros que cada uno había tenido. Sin embargo, la química en su primer año resultó inesperadamente irregular. En la temporada 2023-24, generaron 1.14 puntos por pick-and-roll directo, una producción sólida pero lejos de ser espectacular, factor que contribuyó al despido del entrenador Adrian Griffin a pesar de su récord de 30-13. Brook Lopez, pívot de los Bucks, observó la evolución: «No creo que nadie quisiera pisar callos al principio cuando llegaron», dijo a medios americanos. «Ahora se ve que están trabajando juntos.»
El general manager Jon Horst fue recompensado con una extensión de contrato en pleno desarrollo de la serie contra los Pacers, asegurando su continuidad como principal artífice de las decisiones de cara a un verano crucial. Horst, cuyo contrato expiraba, fue retenido después de que se le impidiera entrevistar para el puesto de jefe de operaciones de baloncesto en Detroit el verano anterior, según fuentes con conocimiento de la situación.
Desde que Horst asumió como general manager en junio de 2017, Milwaukee posee el segundo mejor porcentaje de victorias en la temporada regular (0.647), solo superado por los Boston Celtics. Bajo su dirección, los Bucks han realizado 25 traspasos, cediendo siete selecciones de primera ronda, tres años de intercambio de picks y 18 selecciones de segunda ronda. La selección de primera ronda de este año fue entregada en el intercambio para adquirir a Jrue Holiday en 2020, quien posteriormente fue traspasado (en el acuerdo por Lillard) y ganó un campeonato con los Boston Celtics. Holiday ganó más series de playoffs la temporada pasada con Boston de las que Milwaukee ha disputado en las últimas tres temporadas combinadas.
La próxima selección de primera ronda que controlan los Bucks está prevista para dentro de seis años, en 2031. Durante las conversaciones en el reciente plazo de traspasos, Milwaukee se mostró reacio a incluir este pick, según fuentes de la liga.
Si bien esta prudencia podría resultar acertada, dejó a los Bucks sin la capacidad de realizar mejoras significativas en la plantilla en la fecha límite, a pesar de sondear a varios ex All-Stars a lo largo de la temporada, como Zach LaVine antes de su traspaso desde Chicago. El equipo finalmente adquirió a Kyle Kuzma, quien ganó un campeonato con Los Angeles Lakers en 2020 y llegó procedente de los Washington Wizards en una operación que implicó la salida del icono de la franquicia, Khris Middleton.
La disponibilidad de Middleton ha sido limitada en las últimas temporadas, disputando solo 37 partidos este año, incluyendo 14 con los Wizards, un equipo en reconstrucción. Además de la fiabilidad de Kuzma, Horst destacó su capacidad para elevar el juego de las dos principales estrellas del equipo.
«Se trata más de cómo hacemos que los dos jugadores principales sean su mejor versión», explicó Horst tras la fecha límite de febrero. «Y cómo desempeña su papel el resto alrededor de ellos.» Sin embargo, Kuzma resultó ser una desventaja en cancha durante los playoffs. En el primer partido, se convirtió en el sexto jugador en la historia de la NBA en disputar al menos 20 minutos y no registrar puntos, rebotes, asistencias, robos ni tapones en un encuentro de postemporada. Su rendimiento no mejoró en la serie, y sus minutos se redujeron a menos de 20 por partido en el tercer encuentro. Promedió 5.8 puntos, 2.2 rebotes y 0.8 asistencias en la serie, con un preocupante 34.3% en tiros de campo (1 de 10 en triples) y fue relegado al banquillo en el Game 5. Su falta de acierto en el tiro exterior a menudo asfixió la ofensiva de los Bucks. Kuzma encestó el 30.7% de sus triples esta temporada, el cuarto peor porcentaje entre los jugadores calificados.
Los Bucks también traspasaron a AJ Johnson, la selección número 23 del draft de 2024, en el acuerdo por Kuzma. El base de 20 años mostró potencial con Washington al final de la temporada, anotando un récord personal de 20 puntos el 27 de marzo. Este tipo de selecciones tardías en el draft son primordiales para prolongar un ciclo de campeonato, cualidad de la que los Bucks no han sacado partido en esta racha reciente.
Milwaukee encara la próxima temporada con solo cuatro jugadores con contratos garantizados: Antetokounmpo, Lillard, Kuzma y el novato Tyler Smith, que apenas ha tenido participación. Tres jugadores – Bobby Portis, Pat Connaughton y Porter – tienen opciones de jugador. Si estos tres ejercen sus opciones, los Bucks superarán la proyección del límite salarial de 154.6 millones de dólares incluso antes de completar las ocho plazas restantes en su plantilla.
Lillard tiene garantizados 113 millones de dólares en las próximas dos temporadas, incluyendo una opción de jugador de 63.2 millones para la temporada 2026-27. El traspaso por Kuzma permitió a los Bucks evitar el restrictivo segundo umbral del convenio colectivo, un hecho que Horst minimizó en la fecha límite pero que podría resultar importante este verano al evaluar las opciones del equipo.
No obstante, la distancia entre los Bucks y los equipos de élite en el Este se ha evidenciado. Milwaukee tuvo un balance de 0 victorias y 10 derrotas esta temporada contra los tres primeros clasificados de la Conferencia Este. En los 19 enfrentamientos entre Pacers y Bucks en las últimas dos temporadas, los Bucks tienen un récord de 7-12, incluyendo un 3-8 en postemporada.
Horst ha realizado un movimiento tras otro en un esfuerzo constante por capitalizar el prime de Antetokounmpo. Pero Celtics, Cavaliers, Knicks, Pacers, Pistons y Magic han superado a los Bucks o amenazan con hacerlo, y el panorama en Milwaukee se presenta tan sombrío como lo estuvo desde que draftearon a Antetokounmpo en 2013.
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