La victoria del Paris Saint-Germain en la ida de las semifinales de la Liga de Campeones contra el Arsenal se vio ensombrecida por la posible lesión de Ousmane Dembélé. El atacante francés, autor del único gol del encuentro a los cuatro minutos, tuvo que retirarse del campo en el minuto 70, sustituido por Bradley Barcola, tras manifestar molestias en la parte posterior del muslo. Este percance genera incertidumbre de cara al partido de vuelta.
El entrenador del PSG, Luis Enrique, abordó la situación en la rueda de prensa posterior al partido. Aunque no pudo precisar la gravedad exacta de la dolencia de Dembélé, indicó que se someterá a pruebas para determinar su alcance. Describió la lesión como «muy leve», aunque reconoció que existen «dudas» sobre su disponibilidad para el próximo encuentro. No obstante, el técnico se mostró optimista respecto a la capacidad de su equipo, enfatizando que el PSG es un «equipo real» capaz de competir al máximo nivel, independientemente de la participación de un jugador clave como Dembélé, quien ha sido fundamental en la trayectoria del equipo parisino en la presente edición de la ‘Champions’.
Por su parte, el propio Dembélé intentó minimizar el incidente en declaraciones a la prensa, señalando que sintió «algo pequeño», pero que se encontraba bien. Esta afirmación, si bien tranquilizadora, no disipa por completo las preocupaciones sobre su estado físico para un partido de la trascendencia de una semifinal europea.

A pesar del revés en el aspecto individual, el PSG logró un resultado muy positivo en la ida gracias, en parte, a la destacada actuación de su portero, Gianluigi Donnarumma, quien realizó intervenciones cruciales ante Gabriel Martinelli y Leandro Trossard para mantener la portería a cero. Aunque en los últimos minutos Gonçalo Ramos y Bradley Barcola tuvieron oportunidades para ampliar la ventaja, el 1-0 final deja la eliminatoria abierta, pero con una ligera ventaja para el conjunto francés.
Luis Enrique, con la experiencia de haber ganado la Liga de Campeones al frente del Barcelona en 2015, se mostró satisfecho con el resultado de la ida, pero mantuvo la prudencia de cara a la vuelta. Subrayó la importancia de controlar el partido de vuelta, que se disputará en casa, y aseguró que el equipo estará preparado para afrontar el desafío con el apoyo de su afición.
El PSG llega a este tramo decisivo de la temporada con una gran racha, habiendo asegurado ya el título de la Ligue 1 y alcanzando la final de la Copa de Francia. Esta victoria en la ida de las semifinales de la Liga de Campeones les sitúa en una posición favorable para seguir aspirando a conseguir un triplete histórico, un objetivo que el equipo persigue con determinación bajo la dirección de Luis Enrique.

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