Houston, Texas.
Los Golden State Warriors lograron una victoria crucial en el séptimo partido de la serie de playoffs contra los Houston Rockets, asegurando su pase a las semifinales de la Conferencia Oeste. La clave del triunfo, según fuentes cercanas al equipo, residió en una reunión interna convocada por los jugadores, la cual reavivó el espíritu competitivo del grupo.
Buddy Hield fue una figura destacada en el encuentro, firmando una actuación memorable. Tras un partido anterior sin anotar, Hield estableció un récord para un séptimo partido con nueve triples encestados, seis de ellos en la primera mitad. Su noche histórica incluyó 33 puntos, y representó la mayor anotación de un jugador en la historia de los playoffs tras no haber sumado puntos en el partido anterior. La precisión de Hield fue determinante para desmantelar la defensa zonal de los Rockets, que había complicado a los Warriors en el sexto encuentro.

Stephen Curry, a pesar de un inicio complicado en el tiro, finalizó el partido con 22 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias. Curry mostró su resiliencia superando las dificultades defensivas impuestas por Houston y encontrando su ritmo anotador en el último cuarto, donde sumó 14 de sus puntos. El base estrella ha batallado durante la serie con una lesión en el pulgar, lo que añade mérito a su actuación. En declaraciones recientes, Curry había manifestado la trascendencia de esta temporada, consciente de que las oportunidades para luchar por un campeonato junto a Draymond Green podrían estar contadas.
Draymond Green, por su parte, marcó la pauta del encuentro desde el inicio, tanto en defensa como en ataque. Tras reconocer errores en el partido anterior, Green demostró una notable contención y liderazgo en el decisivo séptimo encuentro. Su compostura y efectividad, incluyendo cinco puntos tempranos y un triple, enviaron un mensaje claro al equipo. El entrenador de los Warriors, Steve Kerr, elogió la madurez de Green en la reunión previa y cómo esta se trasladó a la cancha, estableciendo un tono de estabilidad para el equipo.
Jimmy Butler III, en su primera serie de playoffs junto a Curry y Green, también jugó un papel fundamental. Con 20 puntos, 8 rebotes y 7 asistencias, Butler aportó la calma y la confianza necesaria en los momentos de mayor presión. Su mensaje al equipo se centró en recuperar su rol de inyectar seguridad en sus compañeros, algo que sintió que había descuidado en los partidos previos de la serie. Butler fue crucial para mantener la ventaja cuando los Rockets intentaron reaccionar, anotando un triple importante y facilitando canastas clave para sus compañeros.
La serie, que se definió en el máximo de partidos, reflejó una igualdad pocas veces vista. Ambos equipos anotaron 728 puntos a lo largo de los siete encuentros, tratándose de la cuarta serie en la historia de la NBA con el mismo balance anotador para ambos contendientes.
Con esta victoria, los Warriors se enfrentarán a los Minnesota Timberwolves en las semifinales de la Conferencia. Steve Kerr expresó su orgullo por el equipo y su capacidad para superar la situación en la segunda mitad de la temporada, logrando una vez más la oportunidad de competir al más alto nivel. La química y el liderazgo surgidos de la reunión de jugadores se vislumbran como elementos cruciales para sus aspiraciones futuras en estos playoffs.

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