La noche del domingo se escribió un nuevo capítulo en la historia del hockey sobre hielo, marcado por la épica victoria de los Winnipeg Jets sobre los St. Louis Blues en un séptimo partido que se extendió hasta el doble tiempo extra. La tensión en el hielo y grada era palpable, una atmósfera digna de una eliminatoria donde ambos equipos se jugaban seguir adelante.
Adam Lowry, capitán de los Jets, se convirtió en el protagonista de la noche al anotar el gol decisivo a los 16 minutos y 10 segundos del segundo tiempo extra, sellando el paso de su equipo a la siguiente ronda, donde se enfrentarán a los Dallas Stars a partir del miércoles en Winnipeg. Sin embargo, este desenlace no habría sido posible sin la actuación de Cole Perfetti, cuyo gol a solo tres segundos del final del tiempo reglamentario forzó la prórroga, estableciendo un récord en la NHL.
El gol de Perfetti, que igualó el encuentro a falta de 59 minutos y 57 segundos, superó el récord anterior en un séptimo partido, establecido por Matt Cooke en 2004. Perfetti redirigió un disparo de Kyle Connor, tras un pase de Nik Ehlers, un momento de pura improvisación bajo una presión asfixiante. Ehlers describió la jugada con humildad, mencionando que su intención era simplemente descolocar al portero rival tras un intento fallido anterior.

A pesar del desenlace, el partido comenzó cuesta arriba para los Jets. Jordan Kyrou abrió el marcador para los Blues a poco más de un minuto del inicio, aprovechando un error defensivo. Posteriormente, Mathieu Joseph aumentó la ventaja a 2-0 con un disparo que generó dudas sobre la actuación del portero de Winnipeg, Connor Hellebuyck, cuya serie no había sido la más brillante. Los Jets enfrentaban un historial adverso, habiendo perdido 25 de 27 partidos de playoffs en los que estuvieron abajo por varios goles.
Para complicar aún más el panorama, el defensor Josh Morrissey abandonó el partido en el primer periodo debido a una lesión, sumándose a la ausencia del pívot Mark Scheifele. A pesar de las adversidades, el entrenador Scott Arniel encontró inspiración en la remontada de los Dallas Stars en su propio séptimo partido, utilizando ese ejemplo para infundir esperanza en sus jugadores.
Los Jets reaccionaron en el segundo periodo con un gol de Perfetti en superioridad numérica, pero los Blues restablecieron la distancia casi al final del periodo, gracias a un gol de Radek Faksa. Aun así, la creencia en el vestuario de Winnipeg se mantuvo firme. Nik Ehlers destacó la determinación del equipo, que, a pesar de ir perdiendo, nunca bajó los brazos.
El tercer periodo deparó un giro inesperado. Con los Blues liderando por varios goles en un séptimo partido, un escenario que históricamente favorecía abrumadoramente al equipo con ventaja, los Jets lograron lo impensable. Retiraron a Hellebuyck y Vlad Namestnikov anotó con menos de dos minutos restantes, seguido por el dramático empate de Perfetti a falta de tres segundos.
La prórroga fue un duelo de porteros, con Jordan Binnington de los Blues más exigido en el primer tiempo extra. Fue en la segunda prórroga cuando Adam Lowry, nacido en St. Louis y con vínculos familiares con el equipo rival, desvió un disparo de Neal Pionk para poner fin al partido y a la serie.
La victoria generó una euforia desbordante en el equipo de Winnipeg, y para Hellebuyck, significó un respiro tras una serie de actuaciones por debajo de lo esperado. A pesar de ser considerado uno de los mejores porteros del mundo y favorito para ganar su tercer trofeo Vezina consecutivo, sus números en los playoffs recientes no habían estado a la altura de su reputación. Esta vez, sin embargo, se mantuvo firme, realizando saves cruciales que mantuvieron a su equipo con vida hasta el épico final. El entrenador Arniel no ocultó su emoción, calificando la victoria como «increíble» y uno de los partidos más emocionantes que ha presenciado en su carrera.

GIPHY App Key not set. Please check settings