Mourinho calla futuro mientras Fenerbahçe se aleja del título.

La Superliga turca se calienta en su recta final y el futuro de José Mourinho en el Fenerbahçe se vuelve un interrogante de gran calado tras la reciente derrota en el derbi ante el Besiktas. Este resultado, un 1-0 en casa, deja al equipo de Estambul en la segunda posición de la tabla, a ocho puntos del líder Galatasaray y con tan solo cuatro partidos por disputar, lo que complica enormemente las aspiraciones de un título liguero que se le resiste al club desde hace una década.

Mourinho arribó al Fenerbahçe el pasado verano con un contrato por dos temporadas y el claro objetivo de romper con esa sequía de campeonatos domésticos. Sin embargo, la situación actual dista mucho de lo esperado. Tras el encuentro del domingo, el técnico portugués se mostró esquivo al ser interpelado sobre su continuidad la próxima temporada. «No estoy hablando de la próxima temporada», afirmó tajante ante los medios. «Estas son cosas para hablar internamente y no con los medios. Si hay algo en lo que he sido absolutamente perfecto es en mi respeto hacia mi presidente, mi junta directiva, para no llevar al dominio público cosas internas.»

La tensión en el ambiente de la Superliga turca ha sido una constante durante la temporada, algo que Mourinho ha destacado en diversas ocasiones. El entrenador ha criticado abiertamente lo que describe como un entorno «tóxico» y ha insinuado que sus principales rivales reciben un trato preferencial por parte de los estamentos arbitrales. Al ser preguntado específicamente por el Galatasaray, que camina firme hacia su tercer título de liga consecutivo, Mourinho mantuvo su postura de hermetismo. «No hablo de ellos», sentenció. «Hablo del campeonato y lo he hecho durante la temporada».

Previamente, Mourinho había expresado su alarma por lo que calificó como «un sistema» profundamente arraigado en la liga local. El domingo, ratificó sus comentarios previos sin titubeos. «No cambio ni una sola palabra de lo que he dicho durante la temporada», añadió. «Uno de los problemas que tiene el Fenerbahçe es precisamente la dificultad para hacer frente mentalmente al poder del sistema. Es algo que es más fuerte que la calidad… es algo muy poderoso. Los jugadores lo sienten y saben que es completamente imposible conseguir lo que quieren conseguir».

En otro orden de cosas, Mourinho fue consultado sobre qué consejo le daría a Ole Gunnar Solskjaer, ex técnico del Manchester United y actual entrenador del Besiktas, quien se unió al club en enero. «Ole lleva aquí ya unos meses», respondió el portugués. «Tiene la experiencia y la inteligencia suficientes para aprender lo que tiene que aprender. No soy nadie para darle ningún tipo de consejo. Tenemos suficiente experiencia como para que él no esté en la luna por haber ganado un derbi y yo no esté en el infierno por haber perdido un derbi. Nos respetamos mutuamente. Creo que también nos caemos bien».

A pesar de su habitual firmeza, Mourinho aceptó las críticas provenientes de los aficionados del Fenerbahçe tras sumar otra derrota en un derbi doméstico. El equipo no ha logrado imponerse a sus dos grandes rivales de la ciudad, Galatasaray y Besiktas, en lo que va de temporada. «Es normal en esta cultura que cuando los resultados no son los que la gente espera, haya reacciones», admitió Mourinho. «Nunca seré crítico con eso. Estoy abierto a las críticas, es parte de mi vida».