Funcionarios de la Agencia de Protección Ambiental alzan la voz contra políticas de la era Trump
En un gesto poco común, un grupo de empleados de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) ha publicado una "declaración de disidencia" en la que critican abiertamente las decisiones tomadas durante el mandato de Donald Trump, alegando que estas medidas "socavan la misión fundamental de la agencia: proteger la salud humana y el medio ambiente".
El documento, difundido este lunes, refleja la preocupación de profesionales dentro del organismo, quienes aseguran que las políticas implementadas en los últimos años han debilitado estándares clave de contaminación, reducido la transparencia y priorizado intereses industriales sobre la conservación. Entre las prácticas cuestionadas se encuentran los recortes presupuestarios masivos, la desregulación de emisiones contaminantes y el alejamiento de acuerdos climáticos internacionales.

Aunque no es la primera vez que empleados federales expresan su desacuerdo, la publicación de un manifiesto firmado colectivamente marca un precedente significativo. Según fuentes cercanas a la agencia, varios de los firmantes han preferido mantener el anonimato por temor a represalias, aunque otros han dado la cara, respaldados por organizaciones ambientales.
Expertos en política climática han señalado que este acto de rebeldía institucional podría influir en la actual administración para revisar algunas de las medidas más controvertidas. No obstante, también advierten que el camino para revertir los cambios implementados será complejo, dado el entramado legal y los intereses económicos en juego.
Mientras tanto, el movimiento ha encontrado eco en sectores de la sociedad civil, donde colectivos ecologistas y científicos han celebrado la valentía de los funcionarios. "Es un recordatorio de que, incluso en las estructuras más jerarquizadas, la defensa del planeta puede y debe abrirse paso", declaró un representante de una ONG ambiental con sede en Washington.
El caso pone sobre la mesa un debate recurrente: el equilibrio entre la lealtad institucional y la ética profesional cuando las decisiones políticas colisionan con el bien común. La EPA, creada en 1970 para consolidar la lucha contra la crisis ambiental, enfrenta ahora un desafío interno que podría redefinir su futuro.

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