Copenhague, la capital de la moda nórdica, está en el punto de mira no solo por su diseño funcional y estético, sino también por un contexto internacional que influye en las tendencias. Con Dinamarca asumiendo la presidencia de turno de la UE en un escenario marcado por la guerra en Ucrania y la incertidumbre geopolítica global, la industria de la moda enfrenta desafíos inéditos.
La sostenibilidad sigue siendo un pilar fundamental para las marcas danesas, pero ahora con un enfoque más urgente. La subida de los costes energéticos y las tensiones en las cadenas de suministro, agravadas por el conflicto en Europa del Este, obligan a repensar estrategias. Empresas como Ganni o Baum und Pferdgarten no solo innovan en tejidos reciclados, sino que buscan reducir su dependencia de mercados volátiles.
El estilo escandinavo, conocido por su minimalismo y funcionalidad, podría verse influenciado por la coyuntura actual. Analistas prevén un giro hacia prendas más versátiles y duraderas, en consonancia con una economía que obliga a priorizar la inversión en piezas atemporales. La elegancia discreta de marcas como Cecilie Bahnsen o Saks Potts podría ganar aún más relevancia.

El impacto de las medidas comerciales estadounidenses también se deja sentir. Las posibles tarifas anunciadas por Donald Trump, de regreso en la escena política, generan inquietud entre los exportadores europeos. Dinamarca, con un sector modero enfocado en la calidad y el diseño, podría enfrentar barreras adicionales en un mercado clave como EE.UU.
En medio de esta complejidad, el compromiso con la moda sostenible no decae. Desde Copenhague llegan iniciativas para promover la circularidad, como el proyecto Danish Fashion DNA, que impulsa la reutilización de materiales locales. La creatividad danesa, en tiempos difíciles, parece reafirmar su papel como referente ético y estético.
Lo que está claro es que la moda, en un mundo en crisis, ya no puede ignorar su vínculo con la geopolítica. Y Dinamarca, con su liderazgo en la UE y su tradición innovadora, está llamada a marcar el camino.

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