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La tan esperada reunión de los participantes de Love Island 12 se llevó a cabo en Londres con un despliegue de glamour y estilo, pero no todos los exconcursantes marcaron presencia en el evento. Mientras los ganadores, Toni Laites y Cach Mercer, junto a otros finalistas como Shakira Khan y Harry Cooksley, brillaron en la velada, cuatro rostros conocidos brillaron por su ausencia. Las razones, lejos de ser triviales, reflejan la agitada vida que muchos llevan después de abandonar la villa.
Entre los ausentes destacó Harrison Solomon, quien generó controversia durante su participación en el reality debido a un triángulo amoroso. El joven, de 22 años, tenía un compromiso previo en el club Eden, en Swansea, donde actuó en una fiesta de celebración de resultados académicos. A pesar de su ausencia, su pareja, Lauren Wood, sí asistió al reencuentro junto a otras compañeras. Solomon compartió en sus Instagram Stories los percances de su viaje: "Neumático desinflado. Pero sigo en camino a Swansea". Finalmente, llegó al evento alrededor de las 2:30 de la madrugada, tras tomar un Uber que le costó 200 libras.
Otro que no pudo asistir fue Ben Holbrough, uno de los participantes originales. Su agenda lo llevó hasta Blackpool, donde tenía prevista una actuación en una discoteca. Medios británicos confirmaron que el conflicto de horarios hizo imposible su presencia. Holbrough ha estado bajo los reflectores recientemente después de someterse a un trasplante capilar de 3.000 folículos, según informaron varias publicaciones especializadas.

Sophie Lee, la primera concursante en ser eliminada en esta edición, también declinó la invitación. La joven aprovechó la fecha para promocionar su libro In My Skin, centrado en la autoaceptación y la confianza corporal, en un evento en Manchester. A través de sus redes sociales, compartió fragmentos del acto, dejando claro que priorizaba sus proyectos personales.
Por su parte, Will Means, conocido por su breve pero destacada participación, se encontraba de viaje. El británico publicó un video en el aeropuerto, mostrando sus dificultades para pasar el control de seguridad debido a un juego de llaves Allen. Su destino: Copenhague. Aunque no ofreció declaraciones directas sobre su ausencia, sus seguidores pudieron seguir sus aventuras previas al vuelo.
Cabe mencionar que este reencuentro fue privado y no está prevista su emisión televisiva, lo que dejó a muchos fanáticos con ganas de ver a sus favoritos juntos nuevamente. La velada reflejó cómo, tras el reality, cada uno sigue caminos distintos, consolidando carreras o explorando nuevas oportunidades lejos de las cámaras.
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