La implementación del impuesto a las viviendas vacantes en Toronto ha sido caótica, según revelan correos electrónicos internos recientemente publicados. Estos correos, obtenidos por Global News bajo la Ley de Libertad de Información y Protección de la Privacidad Municipal, muestran el caos detrás del lanzamiento de este impuesto que tuvo al personal sintiéndose «ahogado».
Funcionarios públicos y concejales de la ciudad no solo se vieron obligados a responder a miles de quejas, sino también a encontrar información confiable durante un período «muy fluido». La problemática implementación del impuesto llevó a que muchos contribuyentes fueran facturados erróneamente, lo que generó críticas y la posterior votación a favor de una revisión completa del programa.
El impuesto a las viviendas vacantes se introdujo a finales de 2021 con el objetivo de incentivar a los inversores a vender casas vacías o ponerlas en alquiler. Sin embargo, este año surgieron problemas en su administración, lo que llevó a que la ciudad extendiera la fecha límite para declarar, después de que el 63% de las viviendas presentaran la documentación requerida.
Residentes de la ciudad manifestaron su confusión al descubrir que debían hacer una declaración cada año, y algunos incluso recibieron facturas a pesar de haber completado el proceso. El jefe de finanzas de la ciudad admitió que hubo problemas fundamentales en el diseño del programa, lo que generó críticas y malestar entre la población.
Los correos electrónicos revelan que el personal recibió al menos 16,356 avisos de quejas en un periodo corto de tiempo y que la ciudad registró un total de 71,923 quejas relacionadas con el impuesto a las viviendas vacantes. Se evidencia en los correos la angustia y confusión del personal al intentar lidiar con la crisis generada por la mala implementación del impuesto.
La alcaldesa de Toronto, Olivia Chow, ha reconocido los errores en el diseño del programa y ha prometido una rediseño completo para el próximo año fiscal. Chow afirmó que el objetivo es corregir los fallos y garantizar que la implementación del impuesto sea más efectiva y menos perjudicial para los contribuyentes.
En medio de críticas y cuestionamientos, la ciudad se encuentra en un proceso de revisión y rediseño del impuesto a las viviendas vacantes, con la promesa de mejorar su implementación para evitar futuros problemas como los ocurridos este año. Los residentes esperan que las autoridades tomen medidas concretas para garantizar una gestión más efectiva y transparente de este impuesto en el futuro.
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