Kamala Harris busca asegurar la nominación demócrata tras la salida de Joe Biden.

La salida del presidente Joe Biden de la contienda presidencial ha tenido un profundo impacto en el panorama político estadounidense, abriendo nuevas posibilidades para la vicepresidenta Kamala Harris en su búsqueda por asegurar la nominación Demócrata para la Casa Blanca. Tras la decisión de Biden el pasado domingo, motivada por preocupaciones dentro de su propio partido sobre su capacidad para derrotar a Donald Trump, Harris se ha movido rápidamente para asegurar el apoyo de los delegados Demócratas.

El retiro de Biden ha representado un cambio sísmico en la contienda presidencial que ha trastornado los planes cuidadosamente elaborados por ambos partidos políticos para la carrera del 2024. Harris, respaldada por Biden luego de que este abandonara su candidatura, se ha convertido hasta el momento en la única candidata declarada y ha estado trabajando arduamente para asegurar el respaldo de la mayoría de los delegados.

Con la libertad de los delegados que estaban comprometidos con Biden para elegir a quien prefieran, Harris se enfrenta ahora a una lista abrumadora de tareas políticas tras la sorpresiva decisión del presidente. Además de asegurar la nominación, deberá elegir a un compañero de fórmula y redirigir una operación política a gran escala para impulsar su candidatura en lugar de la de Biden, a poco más de 100 días de las elecciones.

Harris, quien hereda la operación política de Biden con más de 1,000 empleados y un fondo de guerra que rondaba los $96 millones al final de junio, ha logrado un rápido respaldo financiero desde el anuncio de Biden. Con una recaudación de $49.6 millones en las primeras 15 horas después del respaldo del presidente, Harris se ha dedicado a contactar personalmente a más de 100 funcionarios Demócratas para asegurar su apoyo.

La rápida cohesión del Partido Demócrata detrás de Harris se evidencia en los respaldos obtenidos de prominentes líderes de varias organizaciones políticas, incluyendo la AAPI Victory Fund, que se enfoca en los votantes asiáticoamericanos y de las islas del Pacífico, The Collective PAC, dedicado a fortalecer el poder político negro, y el Latino Victory Fund, entre otros. En caso de resultar electa, Harris se convertiría en la primera mujer y la primera persona de ascendencia surasiática en ocupar la presidencia de los Estados Unidos.

A pesar de este respaldo abrumador, el ex presidente Barack Obama ha decidido no emitir un respaldo inmediato, señalando algunas preocupaciones dentro del partido sobre la rápida transición hacia la candidatura de Harris. Mientras tanto, el senador por Virginia Occidental, Joe Manchin, considera regresar al partido Demócrata para competir por la nominación contra la vicepresidenta.

El apoyo a Harris también se ha reflejado en otros líderes políticos, quienes han respaldado su candidatura a la presidencia en un gesto claro de unidad detrás de la vicepresidenta. Con el panorama político estadounidense en constante evolución, la candidatura de Kamala Harris enfrenta desafíos y oportunidades únicas en su búsqueda por asegurar la nominación Demócrata y enfrentar a Donald Trump en las elecciones de noviembre.