El pasado jueves, la campaña de Donald Trump declaró que no se comprometerá a participar en debates futuros con Kamala Harris, luego de que la vicepresidenta lo acusara de «dar marcha atrás» en su decisión de debatir. Esta postura surge tras la renuncia del presidente Joe Biden a la candidatura demócrata el pasado domingo, lo que ha generado incertidumbre sobre los planes de debate previamente acordados.
Aunque las campañas de Biden y Trump habían convenido en un debate organizado por ABC para el 10 de septiembre, la situación actual plantea dudas sobre la viabilidad de dicho encuentro. Harris expresó su disposición a debatir y destacó la importancia de que los votantes puedan ver a los candidatos confrontarse en un escenario de debate.
Por su parte, Steven Cheung, director de comunicaciones de la campaña de Trump, afirmó que no sería adecuado programar debates con Harris dado que los demócratas aún podrían cambiar de opinión, ya que Harris es solo la nominada presunta del partido. Ante esta declaración, Harris reaccionó en redes sociales cuestionando la postura de Trump, recordando su disposición a debatir en cualquier momento y lugar.
Se espera que los delegados demócratas voten de manera virtual para confirmar a Harris como la nominada del partido antes del 7 de agosto. Mientras tanto, Trump ya aseguró oficialmente la nominación republicana la semana pasada en la Convención Nacional Republicana.
A pesar de manifestar su interés en debatir con Harris, Trump aún no ha confirmado su participación en ningún debate futuro. Afirmó que considera importante el debate en una carrera presidencial y que siente la obligación de enfrentarse a su rival en un escenario de debate.
La salida de Biden de la carrera presidencial, tras un desempeño desastroso en el debate de CNN el mes pasado, allanó el camino para que Harris se convierta en la favorita para ocupar su lugar en la nominación demócrata. Aunque Harris no se pronunció sobre la posibilidad de participar en un debate propuesto por Fox News, anteriormente había expresado su disposición a debatir con el compañero de fórmula de Trump, el senador de Ohio, JD Vance.
Sin embargo, parece que esos planes de debate no se concretarán, ya que Vance mencionó en un evento de campaña en su ciudad natal que no podrá debatir con Harris como se le había indicado inicialmente. Esta situación generó comentarios jocosos de Vance, quien expresó su molestia por la nueva dirección de los debates, dejando en claro que se siente decepcionado por no poder participar en el debate previsto con Harris.
En definitiva, la incertidumbre rodea a los debates presidenciales en medio de los cambios inesperados en el escenario político. La posibilidad de un debate entre Trump y Harris sigue en el aire, a la espera de decisiones definitivas por parte de ambas campañas.
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