Los biorreactores anaerobios revolucionan tratamiento de aguas residuales urbanas.

La eficacia de los biorreactores anaerobios de membranas (AnMBR) en el tratamiento de aguas residuales urbanas ha sido probada, según la investigación llevada a cabo por Antonio Jiménez, investigador del grupo CALAGUA del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente (IIAMA). Este estudio se enfocó en la evaluación técnica, económica y ambiental de la aplicación de la tecnología de membranas de ultrafiltración en plantas depuradoras de aguas residuales urbanas.

La investigación analizó diversos casos de estudio en localidades como Oliva, Peschiera-Borromeo (cerca de Milán), Alcázar de San Juan, Alboraya y Pobla de Vallbona para identificar las ubicaciones y condiciones operativas más favorables para la implementación de esta tecnología. A través del análisis del ciclo de vida, costes y datos de operación de las plantas piloto, se han obtenido datos valiosos para el diseño de depuradoras de tamaño industrial y la estimación de costos e impacto ambiental.

Aunque el uso de membranas de ultrafiltración en el tratamiento de aguas no es nuevo, su aplicación está ganando terreno gradualmente. Un ejemplo de esto es la futura EDAR de Torrent, en Valencia, que contará con una línea de tratamiento utilizando tecnología AnMBR. Esta instalación será la primera de gran tamaño en España en implementar un biorreactor anaerobio de membranas, gracias al Grupo CALAGUA.

La combinación de membranas de ultrafiltración con tratamientos anaerobios ha demostrado ser un avance significativo en la sostenibilidad de los procesos de tratamiento de aguas residuales urbanas. Esta combinación permite la valorización de recursos presentes en el agua, la reducción de costes operativos y la mejora en la gestión sostenible de las aguas residuales.

Es relevante destacar que la variedad de resultados obtenidos en los diferentes casos de estudio resalta la importancia de adaptar las soluciones de tratamiento a las características locales para maximizar su eficacia. Antonio Jiménez enfatiza la necesidad de seguir investigando en este campo para asegurar una gestión eficiente y sostenible de las aguas residuales urbanas.