Asturias crea un equipo para impulsar economía circular y sostenible.

La Consejería de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico del Gobierno de Asturias ha establecido el Comité Asesor de Economía Circular del Principado, con el objetivo de promover una economía circular, sostenible y descarbonizada, así como el uso eficiente de los recursos. Este comité, presentado por la consejera Nieves Roqueñí, está formado por representantes de entidades y organismos relacionados con el desarrollo de la economía circular en la región.

El Comité Asesor incluye a diversos agentes públicos y privados, así como a miembros de instituciones como Cadasa, Cogersa, Sekuens, Faen, la Universidad de Oviedo, empresas privadas y agentes sociales y económicos. Su creación coincide con la realización de una jornada sobre el Perte de Economía Circular, en la que participó Alejandro Dorado, comisionado para este proyecto estratégico, quien detalló las líneas generales y convocatorias de ayudas financiadas con fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

Durante esta jornada, la consejera resaltó que Asturias ha recibido hasta el momento 30 millones de fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia para impulsar la economía circular y mejorar la gestión de residuos. Estos recursos se han destinado a fortalecer varias áreas contempladas en la Estrategia de Economía Circular, como la recogida separada y tratamiento de biorresiduos, la digitalización, la creación de nuevos puntos limpios y la establecimiento de un centro de referencia para fomentar la reutilización de desechos que llegan a las instalaciones de Cogersa.

La Estrategia de Economía Circular, aprobada en marzo del año pasado, tiene como principal objetivo reutilizar la mayor cantidad posible de los 3,1 millones de toneladas de residuos generados anualmente en Asturias, incluyendo 1,2 millones de toneladas de residuos industriales y 401.000 toneladas municipales. Entre los objetivos de la estrategia se encuentra duplicar el uso de materiales reciclados hasta alcanzar un índice de circularidad del 18%, reducir en un 30% el consumo de materiales en relación con el Producto Interior Bruto (PIB), disminuir en un 50% el desperdicio alimentario, lograr la valorización material del 50% de los residuos, incrementar en un 20% la recuperación y producción anual de los sectores de la bioeconomía, y mejorar la eficiencia en el uso del agua.