En Canadá, la inflación ha generado un impacto significativo en los hábitos de compra de comestibles de los ciudadanos, quienes han tenido que adaptarse a la situación actual buscando maneras de ahorrar en sus compras. Muchos canadienses han optado por cambiar sus rutinas de compra, ya sea visitando múltiples tiendas, revisando los folletos promocionales o prefiriendo comercios independientes, como respuesta a la alta inflación y a la creciente desconfianza en las grandes cadenas.
Algunos consumidores han optado por reducir las compras impulsivas y han empezado a priorizar las tiendas que ofrecen precios comparables y revisar los folletos con anticipación. El ahorro a través de la comparación de precios se ha convertido en una estrategia popular entre los compradores, quienes buscan promociones y ventas, planificando sus visitas a las tiendas en función de las ofertas publicadas.
Además, muchos canadienses están prestando más atención a las marcas de las tiendas en busca de mayor valor, realizando comparaciones detalladas en la tienda para determinar cuáles productos ofrecen la mejor relación calidad-precio. Algunos prefieren las marcas de la tienda, ya que, aunque la cantidad pueda ser mayor que las marcas reconocidas, el precio por gramo o mililitro puede ser más conveniente.

Por otro lado, algunos consumidores han optado por cambiar de tienda para ahorrar en comestibles, lo que ha llevado a que las principales cadenas de supermercados expandan sus tiendas de descuento para satisfacer la demanda de mejores ofertas. Desde desplazarse a tiendas más alejadas para aprovechar todas las promociones disponibles, hasta priorizar el gasto en pequeños comercios independientes, los canadienses están buscando formas creativas de administrar su presupuesto en medio de la inflación.
Además de cambiar de tienda, algunos consumidores han realizado ajustes en su dieta para adaptarse a sus presupuestos. La reducción del consumo de carne, la sustitución de productos enlatados por productos secos, y la disminución de alimentos como papas fritas y dulces, son algunas de las estrategias adoptadas para reducir los gastos en comestibles. Asimismo, actividades como cocinar en casa con mayor frecuencia o cultivar alimentos en el hogar también están siendo consideradas por los consumidores para optimizar su presupuesto.
En un contexto donde la inflación ha impactado significativamente el bolsillo de los canadienses, la búsqueda de alternativas para ahorrar en comestibles se ha convertido en una prioridad. El cambio en los hábitos de compra, la preferencia por tiendas con precios competitivos, y la adopción de estrategias de ahorro a través de la comparación de precios y la reducción de gastos innecesarios, son algunas de las formas en que los consumidores están enfrentando los desafíos económicos actuales en Canadá.

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