El gobierno canadiense actualizó su advertencia de viaje para el Reino Unido debido a las protestas violentas que se están llevando a cabo en el país. Según la nueva página de viajes del gobierno canadiense, se aconseja a los residentes que ejerzan precaución al visitar el Reino Unido debido a las continuas manifestaciones y enfrentamientos violentos entre manifestantes y la policía.
Las manifestaciones se desarrollan con regularidad y, según la advertencia, incluso las protestas pacíficas pueden volverse violentas en cualquier momento. En el pasado, los enfrentamientos violentos entre manifestantes y fuerzas de seguridad han resultado en agresiones, disturbios, saqueos y vandalismo. Las protestas pueden deteriorarse rápidamente y provocar interrupciones en el tráfico y el transporte público.
El gobierno canadiense recomienda a sus ciudadanos que eviten áreas donde se estén llevando a cabo manifestaciones, protestas y grandes concentraciones, que actúen con cautela, que esperen una mayor presencia de fuerzas de seguridad en las zonas donde se desarrollen las manifestaciones, que sigan las instrucciones de las autoridades locales y que estén atentos a los medios de comunicación locales para obtener información sobre las manifestaciones en curso.

La violencia entre manifestantes y la policía comenzó después de un ataque con cuchillo que mató a tres niñas de entre seis y nueve años el 29 de julio en Southport, una ciudad costera al norte de Liverpool. Ocho niños y dos adultos resultaron heridos en el incidente. Un sospechoso de 17 años fue detenido.
Rumores, posteriormente desacreditados, circularon rápidamente en las redes sociales de que el sospechoso era un solicitante de asilo o un inmigrante musulmán. Al día siguiente, mientras la gente se reunía para consolarse mutuamente y dejar flores en el lugar del incidente, cientos de manifestantes atacaron una mezquita local con ladrillos, botellas y piedras. La policía afirmó que los alborotadores eran «supuestos partidarios de la Liga de Defensa Inglesa», un grupo de extrema derecha que ha organizado protestas contra los musulmanes desde 2009.
Desde entonces, cientos de manifestantes han sido arrestados y el gobierno del Reino Unido ha prometido que los alborotadores sentirán «todo el peso de la ley» después de arrojar ladrillos y otros proyectiles a la policía, saquear tiendas y atacar hoteles utilizados para alojar a solicitantes de asilo.
Con información de The Associated Press.

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