Redacción - El Semanal
China ha decidido elevar la edad de jubilación de sus trabajadores a partir del próximo año, convirtiéndose así en uno de los países con la edad de retiro más temprana entre las principales economías mundiales. Esta medida tiene como objetivo hacer frente al envejecimiento de la población y a la disminución de la fuerza laboral en el país asiático.
La Comisión Permanente del Congreso Nacional del Pueblo, el órgano legislativo de China, aprobó esta nueva política el viernes pasado después de un anuncio repentino a principios de semana en el que se informaba que se estaba revisando la medida, según informó la televisión estatal CCTV.
El cambio en la política de jubilación se implementará en un periodo de 15 años, elevando la edad de retiro para los hombres a los 63 años, y para las mujeres a los 55 o 58 años dependiendo de sus trabajos. Actualmente, la edad de retiro es de 60 años para los hombres, 50 para las mujeres que realizan trabajos manuales y 55 para aquellas que desempeñan funciones de oficina.
Expertos señalan que la presión demográfica hizo que esta medida fuera largamente esperada. Para finales de 2023, China contaba con casi 300 millones de personas mayores de 60 años. Se proyecta que para 2035, esta cifra alcance los 400 millones, superando la población de Estados Unidos. La Academia China de Ciencias Sociales había pronosticado previamente que el fondo de pensiones público se quedaría sin dinero para ese año.
La caída en el número de nacimientos, a medida que los jóvenes optan por no tener hijos debido a los altos costos, también ha contribuido a esta crisis. En 2022, la Oficina Nacional de Estadísticas de China reportó por primera vez una disminución de 850,000 personas al final del año en comparación con el año anterior. En 2023, la población disminuyó en 2 millones de personas.
El incremento de la edad de jubilación implicará que la carga de financiar las pensiones de las personas mayores recaerá en un grupo más reducido de trabajadores jóvenes, ya que los pagos de pensiones se financian en gran medida con deducciones de las personas que actualmente están trabajando.
Los cambios necesarios generarán dificultades a corto plazo, especialmente en un momento de alta tasa de desempleo juvenil y una economía débil. Sin embargo, muchos expertos coinciden en que esta medida es necesaria dada la situación actual.
La reacción ante esta nueva política es diversa. Mientras que algunos ciudadanos la ven como algo positivo, reconociendo la necesidad de adaptarse a una población más envejecida, otros muestran cierta tristeza al ver reducidos sus años de jubilación. A pesar de esto, la mayoría reconoce la importancia de esta medida para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones en China.
En resumen, China se enfrenta a un importante reto demográfico que ha llevado al país a tomar medidas para garantizar la viabilidad de su sistema de pensiones. El aumento de la edad de jubilación es solo el primer paso en un proceso más amplio para enfrentar los desafíos de una población envejecida y una fuerza laboral en declive.
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