China usa la energía solar para liderar producción mundial de litio.

El litio, conocido como la materia prima más codiciada en la actualidad, ha experimentado un aumento significativo en su producción global, alcanzando cifras cuatro veces mayores que en 2010. Esta sustancia se ha vuelto crucial en varios sectores, especialmente en la fabricación de baterías para vehículos eléctricos, donde representa el 74% de su uso, lo que le ha valido el apodo de «aceite blanco».

El precio del litio ha visto un incremento vertiginoso en los últimos años, con un aumento del 400% en 2021 y hasta un 900% en años subsiguientes. Esta tendencia alcista ha puesto en alerta a los mercados, impulsando la búsqueda de alternativas como las baterías de iones de sodio, de azufre o de aluminio, que puedan sustituir parcialmente la dependencia del litio.

China, en su afán por mantener su posición dominante en la industria del litio, ha desarrollado un novedoso método de extracción de litio de la salmuera mediante energía solar. Este sistema, creado por un equipo de ingenieros de la Universidad de Nanjing en colaboración con la Universidad de California, permite separar el litio de otros elementos de manera eficiente y sostenible, utilizando directamente la luz solar en el proceso.

Este innovador dispositivo, denominado «transpiración solar», ha demostrado ser económico y respetuoso con el medio ambiente, al prescindir de componentes químicos en el proceso de extracción. De esta forma, China se posiciona como líder en la carrera por el litio, buscando garantizar un suministro estable y asequible para su creciente industria de baterías y tecnología.

A pesar de la saturación del mercado y de la bajada de precios en las baterías de litio, China continúa fortaleciendo su cadena de suministro y preparándose para dominar la producción de baterías a nivel mundial. Ante este panorama, se hace imperativo para Occidente acelerar la investigación y desarrollo de alternativas a las baterías de litio, como las baterías de estado sólido, para mantener la competitividad en el mercado energético y tecnológico.