Redacción - El Semanal
Cinco ex empleados de San Diego Wave FC han presentado una demanda en la Corte Superior de San Diego contra el club y la National Women’s Soccer League, alegando múltiples formas de discriminación, acoso sexual, represalias y despido injustificado. Los demandantes buscan daños compensatorios por salarios y beneficios perdidos y por angustia emocional, así como daños punitivos.
La demanda añade nuevas acusaciones a las realizadas en verano por la ex empleada de Wave, Brittany Alvarado, quien afirmó que el club, liderado por la presidenta del equipo Jill Ellis, creó un entorno laboral tóxico. Wave negó rápidamente esas acusaciones en julio, y unas semanas después, Ellis presentó una demanda por difamación alegando que Alvarado «hizo declaraciones falsas y difamatorias sobre Ellis… respaldadas por un correo electrónico falso.»
Aunque Ellis no está nombrada como demandada en la nueva demanda, se menciona a lo largo de la misma. La demanda alega que el liderazgo de Wave fomentó un «entorno laboral abusivo y hostil» y que varios empleados «pidieron ayuda a la NWSL». Un portavoz de San Diego Wave proporcionó la siguiente declaración a ESPN el jueves: «Esta demanda se refiere a las acusaciones planteadas inicialmente el 3 de julio de 2024. Dado que este asunto es un proceso legal en curso, no podemos hacer más comentarios en este momento.»
La demanda también señala lo que afirma es el fracaso de la liga en documentar quejas y llevar a cabo investigaciones independientes. Entre las nuevas acusaciones se encuentra la afirmación de que Jane Doe, contratada en la primera temporada por el club, fue agredida sexualmente por un compañero de trabajo en múltiples ocasiones, incluyendo a su llegada al club en julio de 2022.
Según la demanda, Jane Doe no denunció sus presuntos incidentes a su empleador o a la policía en ese momento por miedo a represalias y a la posible pérdida de su trabajo. La demanda dice que Jane Doe reveló a su gerente que otro empleado la estaba traumatizando y expresó preocupaciones sobre el entorno laboral en el club, así como conocimiento de una investigación.
Según la demanda, al día siguiente, Jane Doe fue puesta en licencia antes de ser despedida tres días después. Posteriormente, buscó consejo sobre cómo denunciar una agresión por parte de un empleado durante su mandato, y Wave le envió un enlace a un formulario de lesiones de compensación laboral.
La demanda alega que la investigación de la NWSL sobre Wave buscó sólo determinar si Wave tenía conocimiento de la agresión, no si el club tomó alguna medida basada en las quejas. Lee: «De manera horrorosa, la NWSL le dijo a la demandante Doe durante la lectura de la investigación que el Wave no había sido notificado de su agresión sexual porque utilizó la palabra ‘agresión’ en lugar de la frase ‘agresión sexual’ al informar los incidentes. La política propia de la NWSL no utiliza el término ‘agresión’. Más bien, utiliza el término vago ‘mala conducta’. No hay razón para exigir a un sobreviviente de agresión sexual que utilice un lenguaje mágico al denunciar.»
La nueva demanda afirma que hubo dos investigaciones de la liga sobre Wave: una de febrero de 2023 a septiembre de 2023, y otra de febrero de 2024 a mayo de 2024. La NWSL reconoció previamente la última investigación en respuesta a las publicaciones en redes sociales de Alvarado en julio.
Consultada por ESPN el jueves sobre la última demanda, un portavoz de la NWSL proporcionó la siguiente declaración: «La seguridad, la salud y el bienestar de todos los asociados con nuestra liga es nuestra máxima prioridad. Tomamos en serio cualquier informe de conducta inapropiada, contratamos investigadores independientes calificados para revisar esas alegaciones a fondo y actuamos cuando las alegaciones están respaldadas por los hechos descubiertos. No comentaremos específicamente sobre un asunto legal en curso.»
La NWSL implementó amplias reformas en los últimos dos años, tras dos investigaciones de un año de duración –una realizada por la ex Fiscal General de Estados Unidos Sally Yates– que descubrieron abusos «sistémicos» en la liga. Los informes llevaron a la expulsión permanente de la liga de cuatro ex entrenadores y a la venta forzada de dos franquicias debido a la facilitación de comportamientos abusivos por parte de sus propietarios anteriores. También se estableció una política contra el acoso en conjunto con la Asociación de Jugadoras de la NWSL, y la liga creó una línea directa anónima para que las jugadoras informen de conductas inapropiadas.
La nueva demanda contra Wave y la liga alega que la NWSL ha fallado en proteger al personal y a las jugadoras, y que las acusaciones hechas por los demandantes «demuestran la incapacidad de la NWSL para llevar a cabo ‘investigaciones’ independientes o documentar adecuadamente las quejas.»
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