La mafia de Chicago, la familia Gambino, la familia Lucchese. Estos grupos notorios dominaron el crimen organizado en Chicago y Nueva York durante décadas, hasta que los fiscales los derribaron con un solo cargo: el crimen organizado.
Desde entonces, el gobierno federal ha utilizado el crimen organizado para perseguir a una docena de figuras del ámbito deportivo universitario y administradores de exámenes en el mayor escándalo de admisiones universitarias jamás procesado, al ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y a músicos como R. Kelly, Young Thug y Sean ‘Diddy’ Combs.
La trata de personas, los escándalos de engaño y la actividad mafiosa pueden parecer muy diferentes. Pero todos caen bajo el amplio paraguas del crimen organizado.
Entonces, ¿qué es exactamente el crimen organizado? Para obtener una respuesta, nos dirigimos al abogado G. Robert Blakey en 2019. Blakey ha ayudado a redactar leyes contra el crimen organizado en al menos 22 estados.
Básicamente, el crimen organizado significa participar en un esquema ilegal. Se utiliza en la Ley de Organizaciones Corruptas e Influenciadas por el Crimen, conocida como RICO, para describir 35 delitos, incluyendo secuestro, asesinato, soborno, incendio provocado y extorsión.
«(El crimen organizado) no es un delito específico, es una forma de pensar y procesar una variedad de delitos», dice Blakey, profesor de derecho penal federal en la Universidad de Notre Dame.
Blakey agregó que el crimen organizado no es un solo acto criminal. Los fiscales deben demostrar un patrón que involucre al menos dos instancias de actividad del crimen organizado para condenar a alguien bajo la ley.
El Congreso aprobó la Ley RICO en 1970 para combatir el crimen organizado. Desde entonces, la ley se ha utilizado para apuntar a algunos de los miembros de la mafia más destacados, incluido Antonio Corallo, jefe de la infame familia del crimen Lucchese.
Pero el crimen organizado «no se asocia únicamente con el crimen organizado», dice Blakey.
La ley federal es bastante amplia y también se ha utilizado para enjuiciar casos de negociación con información privilegiada y grupos antiaborto que bloquean el acceso a clínicas.
Según el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, para condenar a alguien por crimen organizado, los fiscales deben probar cinco criterios diferentes:
– Existía una empresa criminal
– La empresa afectaba al comercio interestatal
– El acusado estaba asociado o empleado por la empresa
– El acusado participó en un patrón de actividad del crimen organizado
– El acusado participó en al menos dos actos de actividad del crimen organizado
La sentencia mínima por crimen organizado varía según la jurisdicción y la gravedad del delito. Los criminales condenados también pueden enfrentar multas.
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