El ABC de una alimentación equilibrada: guía de alimentos por horas.

¡Aprovecha tu reloj biológico para mejorar tu alimentación y bienestar!

Con la llegada del final del verano y el inicio de un nuevo curso, es fundamental ajustar nuestras rutinas diarias y dietas para adaptarnos a los cambios que se avecinan. Es el momento perfecto para introducir hábitos más saludables que estén en consonancia con nuestro reloj biológico, lo que puede ser de gran ayuda si queremos comer mejor o si tenemos como objetivo perder peso.

Nuestro cuerpo sigue un ritmo natural conocido como ritmo circadiano, el cual regula muchas de nuestras funciones biológicas, incluyendo el metabolismo y la digestión. Alinear nuestras comidas con este reloj interno puede mejorar la digestión, aumentar los niveles de energía, mejorar el sueño y facilitar la gestión del peso.

La Dra. Daniela Silva, especialista en Medicina Interna y E-Health Medical Manager de Cigna Healthcare España, destaca la importancia de la sincronización de la alimentación con los ritmos biológicos. Comer en los momentos del día en los que nuestro cuerpo está más preparado para procesar los alimentos de manera eficiente puede marcar la diferencia en nuestra salud y bienestar.

El desayuno, como combustible para el día, debe ser nutritivo y equilibrado, con una buena cantidad de proteínas y carbohidratos complejos. El almuerzo, por su parte, es el momento ideal para consumir la comida principal del día, aportando una combinación de proteínas, carbohidratos y grasas saludables. Y en la cena, es recomendable optar por platos ligeros y en horarios tempranos para facilitar la digestión y mejorar la calidad del sueño.

Mantener un horario regular de comidas puede ayudar a estabilizar nuestros ritmos biológicos, regular las hormonas que controlan el hambre y la saciedad, facilitar la gestión del peso y mejorar la digestión. No debemos olvidar la importancia de mantenernos hidratados, especialmente en épocas de altas temperaturas, y de adaptar nuestra dieta a los alimentos de temporada para aprovechar al máximo sus nutrientes.

En definitiva, la conexión entre el sueño y la alimentación es fundamental para nuestro bienestar general. Un ciclo de sueño regular, en armonía con un horario de comidas bien establecido, puede tener un impacto significativo en nuestra salud. Consumir ciertos alimentos antes de dormir, como un plátano o un poco de avena, puede promover un sueño más profundo y reparador.

Aprovechemos nuestro reloj biológico para mejorar nuestra alimentación, nuestro bienestar y nuestra calidad de vida. ¡Tu cuerpo te lo agradecerá!