Redacción - El Semanal
Boeing, la reconocida empresa aeroespacial estadounidense, se encuentra actualmente en una encrucijada debido a los accidentes mortales que involucraron a los aviones 737 Max 8 en los años 2018 y 2019, así como al reciente incidente con un avión 737 Max 9 este año. Estos eventos han puesto en entredicho la reputación de la compañía en lo que respecta a la calidad y seguridad de sus aeronaves.
A pesar de las críticas y la disminución del valor de sus acciones en más de un 28% durante el año en curso, Boeing sigue recibiendo una cantidad significativa de pedidos de aviones. Además, varios ejecutivos de la industria aérea han manifestado públicamente su apoyo a la empresa, lo que ha generado un debate en torno a su futuro.
En un movimiento inesperado, Korean Air ha renovado su compromiso con Boeing al firmar un acuerdo para adquirir hasta 50 aviones de fuselaje ancho de la compañía estadounidense. Esta inversión incluye la compra de 20 Boeing 777-9, 20 Boeing 787-10, con la opción de adquirir hasta 10 de los modelos más grandes de los Boeing 787 Dreamliners. El anuncio oficial se realizó durante el Salón Aeronáutico de Farnborough, donde el director ejecutivo de Korean Air expresó su plena confianza en Boeing y su capacidad para superar las adversidades actuales.
A pesar de este compromiso, se espera que los aviones encargados por Korean Air no lleguen hasta el año 2028, siendo el modelo 777-9 aún se encuentra en proceso de certificación, lo que añade incertidumbre al cronograma de entrega. Boeing destaca al 777-9 como el avión bimotor más grande y eficiente del mundo, capaz de transportar hasta 426 pasajeros con una autonomía de 13.500 kilómetros, mientras que el 787-10 es más pequeño, con capacidad para 336 pasajeros y una autonomía de 11.730 kilómetros.
En un contexto en el que los retrasos en las entregas de aviones son una realidad en la industria, Boeing y Airbus se ven afectados por problemas de suministro y producción. Airbus ha reducido recientemente sus expectativas de entrega debido a estas dificultades, mientras que Boeing se enfrenta a la limitación impuesta por los reguladores estadounidenses de no poder producir más de 38 aviones 737 Max al mes.
La situación actual de Boeing plantea desafíos significativos para la empresa, pero también destaca la confianza de ciertas aerolíneas, como Korean Air, que continúan apostando por sus productos a pesar de las adversidades. La industria aeroespacial se encuentra en un momento crucial, en el que la calidad, la seguridad y la capacidad de adaptación de los fabricantes serán clave para su supervivencia y éxito a largo plazo.
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