El vino, la solución ingeniosa para transformar plátanos desperdiciados en Canarias.

En las Islas Canarias, se ha generado una situación alarmante que ha captado la atención de muchos: cada año se tiran a la basura 26,5 millones de kilos de plátanos. Esta práctica, conocida como la «pica», tiene múltiples causas, siendo una de ellas la regulación de la cantidad de producto en el mercado para mantener estables los precios a lo largo del año.

Esta problemática ha suscitado numerosas preguntas y debates acerca de los desperdicios generados y la necesidad de implementar cambios regulatorios para evitar esta pérdida masiva de alimentos. Sin embargo, ¿qué pasaría si en lugar de desechar los plátanos, se utilizasen para elaborar vino?

Resulta sorprendente para muchos descubrir que según la Real Academia Española, cualquier jugo de plantas o frutas cocido y fermentado de manera similar a la uva puede ser denominado vino. Este concepto ha sido aceptado por la legislación europea, lo que ha impulsado la producción de vino de plátano en varios lugares del mundo, como en el norte de Malawi.

En esta región, los agricultores se han visto obligados a adaptarse a los efectos del cambio climático, que ha acelerado la maduración de los plátanos debido al aumento de las temperaturas. Ante esta situación, han optado por desarrollar procesos de producción de vino de plátano como una alternativa para aprovechar la fruta madura o estropeada que de otro modo se desecharía.

El proceso de elaboración de este particular vino es sencillo: se pelan los plátanos maduros, se cortan en trozos, se mezclan con azúcar, levadura, pasas, agua y se cubren con limón. La mezcla se fermenta durante varias semanas, dando como resultado un vino aromático y con una graduación alcohólica del 13%, similar al vino de uva tradicional.

Aunque pueda parecer inusual, el vino de plátano ha ganado popularidad en diversos países, como Tanzania, Filipinas e India, donde se han desarrollado proyectos para industrializar su producción. Incluso en las Islas Canarias, se han elaborado 20.000 botellas de vino de plátano desde 2019, mostrando un interés creciente por esta innovadora propuesta.

Esta tendencia de elaborar vino de plátano surge en un contexto en el que la industria vitivinícola enfrenta desafíos, con una disminución en la producción mundial y un descenso en el consumo, especialmente en países como España. A pesar de que esta iniciativa no soluciona los problemas estructurales del sector, representa una oportunidad para explorar nuevas posibilidades y reinventarse en un mercado cambiante y competitivo.

En definitiva, el vino de plátano emerge como una propuesta creativa y original que busca aprovechar los recursos disponibles de manera innovadora, ofreciendo una alternativa atractiva tanto para consumidores como para productores en un sector en constante evolución.