Fuerzas progubernamentales yemeníes interceptan arsenal iraní destinado a los huthis

Es probable que hayas notado un giro inesperado en tus redes sociales: imágenes de rostros bronceados con máscaras blancas, manos tomando sol con relucientes uñas en tonos nude y hasta influencers desfilando con viseras de última generación. Sí, el llamado "white face" está tomando fuerza como tendencia veraniega, pero no sin controversias. Aunque eternamente asociado al glamour retro de las divas de Hollywood, hoy reinterpreta ese aura de misterio con una estética pulcra y minimalista que invade desde pasarelas hasta looks cotidianos.

¿Por qué ahora? Analistas de la industria señalan que la obsesión por la piel protegida y luminosa impulsó el fenómeno. "El interés en barreras físicas contra los UV se disparó tras estudios que alertan sobre el envejecimiento prematuro", explica un informe reciente del sector cosmético. Marcas como Ultrasun o ISDIN han capitalizado este auge con líneas específicas, mientras diseñadores apuestan por tejidos técnicos con FP50+ integrado en prendas que van desde trajes de baño hasta kaftanes.

Pero la tendencia no está exenta de críticas. En países como España, donde el moreno sigue siendo un símbolo estético arraigado, algunos expertos cuestionan si promueve estándares poco realistas. "Celebrar la palidez extremacuando el 63% de la población mediterránea tiene fototipo alto puede generar disonancia", advierte una dermatóloga barcelonesa bajo condición de anonimato. A esto se suman las acusaciones de "privilegio climático", pues mantener el efecto requiere acceso continuo a protección de alto coste.

En paralelo, el white face se hibrida con otras corrientes. Ediciones limitadas de labiales grisáceos —como el viral "Frosted Lily" de Charlotte Tilbury— se agotan en horas, y firmas independientes lanzan colecciones cápsula inspiradas en texturas porcelana. "Es una reacción a lo overdressed: pureza visual en tiempos de saturación", opina una consultora de tendencias.

¿Pasajera o paradigmática? Su evolución dependerá de cómo la industria aborde los dilemas éticos que plantea. Por ahora, sigue ganando adeptos entre quienes buscan un statement de elegancia anti–sol. Eso sí, los memes no perdonan: ya circulan comparaciones entre looks de influencers y el famoso retrato "La Dama de Blanco" de Sargent. Ironías aparte, el debate sobre protección versus estética acaba de escalar.