Gonzalez busca asilo en España huyendo de Venezuela.

El ex candidato presidencial venezolano, Edmundo González, ha llegado a España después de huir al exilio como parte de un acuerdo negociado con el gobierno de Nicolás Maduro, lo que representa un golpe significativo para millones de personas que depositaron sus esperanzas en su campaña de oposición. El inesperado viaje del hombre considerado por la oposición venezolana y varios gobiernos extranjeros como el legítimo ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio, fue anunciado el sábado por la noche por funcionarios venezolanos que, tan solo unos días atrás, habían ordenado su arresto. González aterrizó el domingo en un aeropuerto militar cerca de Madrid, acompañado de su esposa y autoridades españolas. Horas después, envió un breve mensaje de voz a sus seguidores agradeciéndoles por su apoyo.

«Mi partida de Caracas estuvo rodeada de actos de presión, coerción y amenazas», dijo. «Confío en que pronto continuaremos nuestra lucha para lograr nuestra libertad y la restauración de la democracia en Venezuela». Maria Corina Machado, líder de la oposición, trató de darle un giro positivo a su salida, asegurando a los venezolanos que el diplomático retirado de 75 años regresará el 10 de enero para una ceremonia de juramentación que marcará el inicio del próximo mandato presidencial.

«Peligra su vida, y las crecientes amenazas, citaciones, órdenes de arresto e incluso intentos de chantaje y coerción a los que ha sido sometido, demuestran que el régimen carece de escrúpulos», dijo Machado. «Que esto quede muy claro para todos: Edmundo luchará desde el exterior junto a nuestra diáspora». Sin embargo, en las calles de Caracas el domingo reinaba la desesperanza por la pérdida de alguien que, contra todo pronóstico, reavivó un movimiento para poner fin a más de dos décadas de gobierno de un solo partido. «Lo poco que nos quedaba de esperanza se fue con él», dijo Laura Vargas mientras hojeaba las noticias en su celular sentada en un banco del parque.

González se une a la creciente lista de destacados miembros de la oposición que una vez lucharon contra Maduro solo para arrojar la toalla y buscar asilo en el extranjero ante una brutal represión. En España, se une a al menos cuatro ex candidatos presidenciales que fueron encarcelados o enfrentaron arresto por desafiar el gobierno de Maduro. Desde las elecciones, él y Machado se han mantenido ocultos mientras las fuerzas de seguridad detenían a más de 2.000 personas, muchos de ellos jóvenes venezolanos que salieron espontáneamente a las calles a protestar por el presunto robo electoral de Maduro.

Francisco sostuvo que las autoridades venezolanas aún no han comentado al respecto. Por su parte, la vicepresidenta Delcy Rodríguez señaló en un comunicado el sábado por la noche que el gobierno decidió conceder a González un salvoconducto para salir del país con el fin de ayudar a restablecer «la paz política y la tranquilidad del país». El gobierno español de centro-izquierda afirmó que la decisión de abandonar Venezuela fue tomada por González y que partió en un avión enviado por la fuerza aérea del país.

Albares, ministro de Asuntos Exteriores de España, confirmó que su gobierno otorgará a González asilo político, tal como solicitó. «Por supuesto, le dije que nos alegraba que estuviera bien y en camino a España, y reiteré el compromiso de nuestro gobierno con los derechos políticos de todos los venezolanos», expresó Albares mientras se dirigía a China para una visita de Estado con el presidente Pedro Sánchez. El jefe de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell, describió la partida de González como «un día triste para la democracia en Venezuela».

Referente a González como el aparente ganador de las elecciones presidenciales, Borrell afirmó en un comunicado que la UE mantendrá su apoyo al pueblo venezolano en sus aspiraciones democráticas. González fue un reemplazo de último minuto después de que a Machado se le prohibiera postularse. A pesar de ser desconocido para la mayoría de los venezolanos, logró avivar rápidamente las esperanzas de millones de personas desesperadas por un cambio después de una década de caída económica.

Aunque Maduro fue declarado como el vencedor de las elecciones de julio, la mayoría de los gobiernos occidentales, incluyendo España, aún no han reconocido su victoria y en cambio exigen que las autoridades publiquen un desglose de los votos. Mientras tanto, las actas recolectadas por voluntarios de la oposición de más de dos tercios de las máquinas de votación electrónica indican que González ganó por más del doble de votos. Estas actas siempre han sido consideradas la prueba definitiva de los resultados electorales en Venezuela.

Tarek William Saab, fiscal general y aliado cercano de Maduro, buscó la detención de González después de que no se presentara tres veces en relación con una investigación criminal sobre lo que considera un acto de sabotaje electoral. Expertos de las Naciones Unidas y el Centro Carter, que observaron las elecciones por invitación del gobierno de Maduro, determinaron que los resultados anunciados por las autoridades electorales carecían de credibilidad.

En una declaración crítica sobre las elecciones, los expertos de la ONU no validaron la afirmación de la oposición de haber ganado, pero dijeron que las actas de votación que publicaron en línea parecen mostrar todas las características de seguridad originales. España se ha convertido en un importante punto de exilio para venezolanos, especialmente para aquellos que lideran la oposición al régimen de Maduro. Entre ellos se encuentran Leopoldo López, quien huyó a España para reunirse con su familia en 2020, y Antonio Ledezma, quien partió en 2017.

Algunos 44.000 venezolanos emigraron a España en los primeros seis meses de este año. Las últimas estadísticas gubernamentales de 2022 señalan que alrededor de 212.000 venezolanos vivían en España. «La verdad es que es más útil luchando desde el extranjero que escondido o encarcelado», afirmó Gustavo Tovar-Arroyo, activista de derechos humanos que se vio obligado a exiliarse en 2012.