En la noche del sábado, las alarmas saltaron en las áreas cercanas al Aeropuerto Internacional de Managua, Nicaragua. Un estremecedor «estruendo» se escuchó en distintas partes de la capital, lo que provocó conmoción entre los habitantes. Tras horas de especulaciones, las autoridades confirmaron el domingo que se trató de un meteorito que impactó en un terreno de la Fuerza Aérea, creando un cráter de 12 metros de ancho y 5 de profundidad. Afortunadamente, no hubo daños materiales ni heridos.
La portavoz del gobierno nicaragüense y primera dama, Rosario Murillo, fue la encargada de confirmar el origen del fenómeno. Murillo sugirió que el meteorito podría haberse desprendido del asteroide 2014RC, que pasó cerca de la Tierra el domingo. Científicos del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Inter) confirmaron esta teoría el lunes.
A pesar de la confirmación oficial, han surgido voces críticas tanto dentro como fuera de Nicaragua. La Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA) ha puesto en duda la versión del gobierno, cuestionando la falta de avistamientos de bolas de fuego y la ausencia de muestras del meteorito.
El asesor del Ineter afirmó en una rueda de prensa que todas las evidencias recabadas en el lugar apuntan a que el impacto fue causado por un meteorito. Sin embargo, la incertidumbre persiste sobre si la roca espacial se desintegró o quedó sepultada en el suelo, por lo que se solicita la colaboración de expertos internacionales para esclarecer este punto.
La Asociación Nicaragüense de Astrónomos Aficionados ha instado a las autoridades a analizar el cráter para determinar la veracidad del evento. El presidente de Anasa, Julio Vannini, ha señalado la importancia de contar con muestras del meteorito para respaldar la versión oficial.
La NASA, a través de su director de la oficina de Ambientes Meteoroides, Bill Cooke, ha expresado sus dudas sobre la teoría del meteorito, argumentando la falta de evidencia visual y de testimonios de avistamientos de bolas de fuego. Cooke hace referencia a casos anteriores de impactos de meteoritos y la visibilidad de los mismos.
En medio de las especulaciones, el experto en meteoritos Geoff Notkin ha cuestionado la autenticidad del cráter, señalando la ausencia de testigos y de una bola de fuego previa al supuesto impacto. Notkin insta a mantener la mente abierta y a que los investigadores presenten pruebas concretas a medida que las obtengan.
Así, el misterio en torno al presunto meteorito en Nicaragua continúa, dejando en el aire la verdadera naturaleza del fenómeno y la necesidad de una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos.
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