Al concluir la primera semana de la 16a Conferencia de las Partes sobre Biodiversidad (COP16), que se llevó a cabo en Cali, Colombia, la financiación emerge como el tema más importante pero también envuelto en controversias. Este evento de relevancia internacional ha puesto el foco en la movilización de recursos, un aspecto clave en el Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal (KMGBF) bajo el Objetivo 19, donde la mayoría de las partes demandaron una acción más rápida, mayor transparencia y la adopción de soluciones reales para frenar la pérdida de biodiversidad.
Una de las noticias más destacadas ocurrió el pasado jueves, 24 de octubre, cuando el gobierno de China anunció formalmente que el Fondo de Biodiversidad de Kunming, anunciado por el presidente chino Xi Jinping en 2021, estaba completamente operativo. Este fondo se compromete a contribuir con 220 millones de dólares durante los próximos 10 años para ayudar especialmente a los países en desarrollo en la implementación del KMGBF y lograr sus objetivos.
Sin embargo, a pesar de este anuncio, no se ha clarificado cuánto del monto prometido ha sido realmente depositado. Además, la falta de nuevas contribuciones y la ausencia de progreso concreto en la reducción de subsistencias dañinas que ascienden a 500 mil millones de dólares, lo que provoca la degradación y pérdida de biodiversidad, han llevado a que nuevos mecanismos como los créditos de biodiversidad ganen terreno en la movilización de recursos para la implementación del Fondo Global de Biodiversidad.
Durante los días 21 al 24 de octubre, la COP16 fue testigo de una serie de actividades centradas principalmente en los créditos de biodiversidad y la creación de nuevas vías para movilizar financiación a través de este método. Expertos de Naciones Unidas y del sector privado participaron en diversos foros para discutir la necesidad de desarrollar herramientas y metodologías que ayuden a movilizar nueva financiación a través de los créditos de biodiversidad, garantizando al mismo tiempo la transparencia en el proceso.
Según un informe del Foro Económico Mundial de 2023, se espera que la demanda de créditos de biodiversidad alcance los 180 mil millones de dólares anuales para el año 2050. Este reporte indica que si las grandes empresas ingresan al mercado, la demanda anual de créditos de biodiversidad podría llegar a los 7 mil millones de dólares al año para 2030.
Dentro de este contexto, las organizaciones indígenas presentes en la COP16 han alzado su voz en oposición a los créditos de biodiversidad, a los que consideran una «comodificación de la naturaleza». Para ellos, la regeneración de la biodiversidad donde ha sido destruida y obtener beneficios económicos de ello no es una solución viable.
A pesar de las diversas posturas frente a los créditos de biodiversidad, es evidente que este tema seguirá generando debate y controversia en la comunidad internacional, en especial entre las organizaciones indígenas y los defensores de la conservación de la biodiversidad.
¡Vaya! La COP16 está que arde con estas noticias sobre los créditos de biodiversidad. Parece que las expectativas están por las nubes y las protestas no se hacen esperar. ¡Qué emoción! ¿Alguien más se siente impaciente por ver cómo se desarrolla todo este asunto?