Redacción - El Semanal
El ejército israelí emitió una advertencia a los habitantes de aproximadamente una veintena de comunidades fronterizas libanesas, instándolos a evacuar las zonas poco después de lanzar una incursión terrestre limitada contra el grupo militante Hezbolá. A pesar de que Hezbolá negó que las tropas israelíes hubieran ingresado, se declaró listo para enfrentarlos en caso de ser necesario.
La evacuación recomendada por el ejército abarca la región al norte del río Awali, a unos 60 kilómetros de la frontera, una distancia mucho mayor que la del río Litani, que marca el límite norte de una zona declarada por la ONU para servir como zona de amortiguamiento entre Israel y Hezbolá tras su guerra en 2006. «Deben dirigirse de inmediato al norte del río Awali para salvarse, y abandonar sus casas de inmediato», afirmó la declaración publicada por el portavoz en árabe del ejército israelí, Avichay Adraee.
Esta advertencia de Israel sugiere un avance más profundo en Líbano, lo cual plantea interrogantes sobre hasta qué punto tiene previsto enviar sus fuerzas en el marco de una campaña en rápida escalada contra Hezbolá. La región fronteriza se ha ido vaciando en su mayoría a lo largo del último año, a medida que ambas partes han intercambiado disparos. Sin embargo, el alcance de la advertencia de evacuación genera interrogantes sobre la profundidad de la incursión planificada por Israel en Líbano mientras continúa con su ofensiva contra Hezbolá.
El enfoque actual de las tropas israelíes se centra en villas ubicadas a pocos cientos de metros de Israel, sin haberse registrado enfrentamientos hasta el momento con combatientes de Hezbolá. Mientras tanto, se reportaron bombardeos de unidades de artillería israelí en el sur de Líbano durante la noche, y se escucharon ataques aéreos en todo Beirut.
Además, se informó que Hezbolá lanzó cohetes hacia el centro de Israel, activando las alarmas de ataque aéreo y dejando herido a un hombre. Por su parte, Israel dijo que lanzaron salvas de un nuevo tipo de misil de medio alcance, denominado Fadi 4, contra las sedes de dos agencias de inteligencia israelíes cerca de Tel Aviv.
La incursión terrestre de Israel se produce luego de semanas de fuertes golpes contra Hezbolá, incluido un ataque aéreo que acabó con su líder de larga data, Hassan Nasrallah, con el objetivo de aumentar la presión sobre el grupo. Esta operación marca una nueva fase potencialmente arriesgada en el conflicto y amenaza con desencadenar más devastación en Líbano, donde cientos de miles de personas han huido de sus hogares a raíz de los ataques israelíes.
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