La amenaza oculta para tu vista.

La tensión ocular, también conocida como tensión intraocular, es la presión ejercida por los líquidos dentro del ojo sobre sus paredes y estructuras firmes, como la córnea y el cristalino. Según el doctor David Peña, oftalmólogo de Clínica Baviera Vitoria, esta presión es crucial para mantener la forma esférica del ojo y puede variar debido a diversos factores como la edad, la genética, enfermedades oculares y medicamentos. Se considera normal una tensión ocular entre 12 y 22 mm Hg, pero valores por encima de 22 mm Hg se consideran altos y pueden ser perjudiciales para el nervio óptico, conduciendo al desarrollo de glaucoma.

David Peña explica que el desequilibrio en la producción y drenaje del humor acuoso dentro del ojo puede provocar un aumento en la tensión ocular. Este desequilibrio, generalmente asociado al envejecimiento y el estrés oxidativo, puede afectar las vías de salida del humor acuoso y provocar complicaciones como el glaucoma. Esta enfermedad, derivada de la tensión ocular alta, puede causar daños irreversibles en el nervio óptico, resultando en una pérdida progresiva de la visión.

La hipertensión ocular, en sus etapas iniciales, suele ser asintomática, lo que subraya la importancia de realizar exámenes oculares regulares para detectar cualquier aumento significativo en la presión intraocular. El diagnóstico precoz es fundamental, ya que la tensión ocular alta no suele manifestar síntomas hasta fases avanzadas.

En cuanto al tratamiento, Peña menciona que se pueden emplear fármacos en forma de colirio para reducir la tensión ocular. En casos más graves, donde los fármacos no son suficientes, la cirugía puede ser necesaria para restablecer el sistema de drenaje del ojo. Es esencial seguir revisiones periódicas para controlar el aumento de la tensión ocular y mantenerla dentro de los parámetros normales.

Para prevenir la tensión ocular alta, se recomienda adoptar hábitos de vida saludables, realizar pausas visuales, mantener una buena iluminación, practicar técnicas de relajación y evitar factores de riesgo como el tabaquismo. Además, algunos alimentos como pescado rico en omega-3, verduras de hojas verdes, frutas cítricas y zanahorias pueden contribuir a mantener la presión intraocular en niveles adecuados.

En resumen, la tensión ocular alta es un problema silencioso que puede derivar en condiciones graves como el glaucoma. La detección temprana, el tratamiento adecuado y la adopción de medidas preventivas pueden ayudar a preservar la salud ocular y prevenir complicaciones visuales.