El próximo miércoles 16 de octubre se llevará a cabo la Jornada de Regulación Financiera, organizada por elEconomista.es. Este evento se centrará en «La importancia de la ciberresiliencia en el sector financiero: la llegada de DORA». Durante la reunión, se discutirán las mejoras en las regulaciones de la Ley de Resiliencia de Operaciones Digitales (DORA).
Uno de los destacados participantes en este evento será Juan Delfín Peláez Álvarez, quien se desempeña como Responsable del Sector Estratégico de Finanzas y TIC en INCIBE. En la primera mesa de debate estarán presentes Manuel Torres, director de Proyectos DORA de CaixaBank; Ana Villaverde, directora de Continuidad de Negocio y Resiliencia Operativa de Unicaja; Gabriela Giannatassio, vicepresidente EMEA de Veritran, Chief Information Security Officer de ING y Technical Media; y el Consejero de Cecabank, Pablo de Andrés.
El segundo seminario contará con la participación de Laura Burillo, Responsable de Regulación de Ciberseguridad de Izertis; Laia Porcar, Directora de Información de MyInvestor; Alberto Grande, Responsable de TI de Miraltabank; y Daniel Cano, Jefe de Infraestructura y Operaciones de Generali IT.
Este evento promete ser una oportunidad única para discutir los desafíos y oportunidades que enfrenta el sector financiero en relación con la ciberseguridad y la resiliencia operativa. La ciberresiliencia se ha vuelto fundamental en un entorno cada vez más digitalizado, donde las amenazas cibernéticas representan un riesgo significativo para las instituciones financieras.
La importancia de establecer regulaciones efectivas y adaptadas a las necesidades actuales no puede ser subestimada. La presencia de expertos de renombre en este evento garantiza un debate fundamentado y profundo sobre cómo mejorar la resiliencia cibernética en el sector financiero.
En un mundo interconectado y dependiente de la tecnología, la ciberresiliencia se convierte en un pilar fundamental para la estabilidad y la protección de los activos financieros. Este evento seguramente arrojará luz sobre los desafíos y las soluciones en un panorama cada vez más digital y dinámico.
Considero que el artículo aborda un tema relevante en la actualidad, sin embargo, encuentro que la redacción es un tanto confusa y carece de ejemplos concretos que ilustren el concepto de ciberresiliencia. Además, se observan algunos errores ortográficos que afectan la calidad del contenido. Sería beneficioso para los lectores incluir casos reales de organizaciones que hayan aplicado estrategias de ciberresiliencia con éxito, para poder comprender mejor su importancia y funcionamiento en la defensa contra ciberataques en el mundo digital.