Los apartamentos turísticos en Málaga son la clave para el alquiler social.

El panorama inmobiliario en Málaga ha sido objeto de un intenso debate debido a la creciente dificultad de acceder a viviendas asequibles. Uno de los principales desafíos que enfrenta la ciudad es la proliferación de apartamentos turísticos, que contribuyen al encarecimiento del alquiler para aquellos que buscan una residencia permanente.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha propuesto una solución novedosa que ha generado un gran revuelo: gravar el uso de apartamentos turísticos con un impuesto a las pernoctaciones. Este impuesto, según De la Torre, generaría ingresos significativos que podrían destinarse al fomento del alquiler social, beneficiando a un mayor número de familias.

La propuesta del alcalde ha sido recibida con opiniones encontradas. Por un lado, se destaca la necesidad de buscar soluciones innovadoras para garantizar un mercado residencial más accesible. Por otro lado, la industria turística ha expresado su escepticismo y preocupación ante esta medida, señalando que podría afectar su competitividad y operatividad.

Además, la oposición política no ha tardado en expresar sus críticas. Partidos como el PSOE han instado a tomar medidas más contundentes para abordar la problemática del alquiler vacacional en la ciudad, sugiriendo la prohibición de este tipo de alojamientos y la implementación de una tasa turística más generalizada.

Es importante destacar que Málaga no es la única ciudad española que enfrenta estos desafíos. Ciudades como Barcelona, Madrid, Valencia y Sevilla también han tomado medidas para regular el alquiler vacacional y preservar la accesibilidad a la vivienda para sus residentes.

En este contexto, la propuesta del impuesto a las pernoctaciones en apartamentos turísticos en Málaga representa un intento por encontrar un equilibrio entre el turismo y la vivienda local. Sin embargo, su aplicación y efectividad aún suscitan debates y discrepancias en diversos sectores de la sociedad malagueña. La resolución de esta problemática requerirá un diálogo abierto y constructivo entre todas las partes involucradas.