Mercadona ha desatado una nueva polémica en el mercado del aceite de oliva al reducir los precios por debajo de los siete euros por litro. Esta medida ha sido rápidamente seguida por Carrefour, Dia y Alcampo, quienes han implementado descuentos similares en sus aceites de marca propia, según denuncia FACUA.
El sector del aceite de oliva ha experimentado un aumento significativo en los últimos meses, con un incremento del 62% con respecto al año anterior y del 100,4% en comparación con hace dos años. A pesar de que esta baja en los precios podría ser vista como una buena noticia para los consumidores, los productores no comparten el mismo entusiasmo.
El director de petróleo de la cooperativa agroalimentaria de España, Rafael Sánchez de Puerta, ha expresado su preocupación por la medida tomada por Mercadona, calificándola como arriesgada. Según Sánchez de Puerta, la próxima cosecha estará dentro de los límites normales, pero no habrá nuevos suministros de aceite hasta noviembre, lo que podría complicar la situación.
El problema de las reservas de cosecha también ha sido señalado como un factor importante en esta situación. Las reservas de aceite de oliva se están agotando rápidamente, lo que podría llevar a una mayor volatilidad en los precios si no se gestionan adecuadamente. Este año, las reservas son las más bajas de las últimas cinco campañas, lo que representa un descenso del 44% en comparación con el promedio de las últimas cuatro campañas.
Además, Italia también está experimentando dificultades con sus reservas de aceite de oliva, lo que agrega incertidumbre al mercado. A pesar de las señales de que la crisis del aceite de oliva ha terminado, todavía existen muchas incógnitas por resolver, especialmente en lo que respecta a la próxima campaña y a la disponibilidad de productos.
Los productores de aceite de oliva han expresado su preocupación por los efectos negativos que esta bajada de precios podría tener en la industria en su conjunto. Desde UPA Andalucía han acusado a las cadenas de supermercados de utilizar el aceite como una herramienta especulativa, lo que podría perjudicar a los productores a largo plazo.
En conclusión, la industria del aceite de oliva se enfrenta a una situación delicada debido a la baja en los precios y a la escasez de reservas. A pesar del optimismo para la próxima campaña, los desafíos que enfrenta el sector son significativos. La gestión prudente y estratégica será clave para superar esta crisis y garantizar la sostenibilidad del mercado del aceite de oliva en el futuro.
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