La reciente propagación de una estafa ha generado controversia en la ciudad de Madrid. Los rumores indican la existencia de un semáforo con una cuarta luz blanca en Plaza de Castilla, sin embargo, la realidad difiere de lo que se ha difundido.
Contrario a lo afirmado, ningún semáforo en Madrid cuenta con una cuarta luz experimental blanca. La información errónea sugiere la instalación de «los primeros semáforos de cuatro colores» destinados a regular la conducción autónoma, algo que desde el Ayuntamiento de Madrid se ha negado categóricamente.
El origen de esta supuesta luz adicional proviene de una propuesta realizada el año pasado por ingenieros de tráfico de la Universidad Estatal de Carolina del Norte. Este sistema propone el uso de una señal de luz blanca para que los vehículos autónomos puedan identificar de forma inalámbrica información de los semáforos y así mejorar la fluidez del tráfico en las intersecciones.
En España, el uso de luces blancas en semáforos no está relacionado con propuestas para vehículos autónomos. Los semáforos de ocupación de carril, que emplean luz blanca, tienen como finalidad informar a los vehículos que circulan por un carril determinado o indicado en un panel de señalización variable. Esta práctica se encuentra contemplada en las normas de circulación vigentes en el BOE.
Es importante destacar que, si bien en Plaza de Castilla hay un semáforo con cuatro luces, estas corresponden a los colores convencionales (verde, amarillo, rojo y flecha de deflexión), no incluyendo una luz blanca en su configuración. Este semáforo en particular tiene como función alertar sobre el cierre inminente de los túneles cercanos, sin relación con los propósitos mencionados en los rumores.
La normativa española es clara en cuanto a la competencia sobre las señales de tráfico, dejando en manos de la Dirección General de Transportes del Estado la autoridad para su regulación. En este sentido, cualquier invención de señales por parte de los ayuntamientos que vaya en contra de la normativa establecida sería inválida. A pesar de situaciones excepcionales, como la denuncia de la AEA respecto a marcas viales de colores en Madrid, la legislación debe prevalecer sin alteraciones arbitrarias.
En resumen, la supuesta existencia de semáforos con luces blancas en Madrid es un mito que carece de fundamento en la realidad. Las luces blancas en señales de tráfico tienen otros propósitos, y cualquier cambio en la normativa requiere seguir los canales adecuados para su implementación. Es importante mantener la veracidad de la información y no dejarse llevar por falsas afirmaciones que puedan inducir a error a la ciudadanía.
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