Mujeres en Ciudad de México cosechan agua para enfrentar sequía y problema del agua pública

En la Ciudad de México, las mujeres que se dedican a la recolección de agua ayudan a compensar la sequía y el precario sistema público de agua. Esta labor tan crucial se ha vuelto cada vez más importante en vista de los desafíos que enfrenta la ciudad en términos de abastecimiento y distribución de agua potable.

Según datos recientes, la Ciudad de México se enfrenta a una crisis de agua cada vez más grave debido a la falta de precipitaciones y al agotamiento de los recursos hídricos subterráneos. En este contexto adverso, las mujeres que se dedican a recolectar agua de fuentes naturales como manantiales y lluvias juegan un papel fundamental en la provisión de este recurso tan vital.

Estas mujeres, conocidas como «aguadoras», recorren largas distancias cargando recipientes con agua, a menudo caminando por terrenos difíciles y en condiciones climáticas adversas. Su labor es fundamental para muchas comunidades que no tienen acceso regular al agua potable y que dependen de estas trabajadoras para su abastecimiento diario.

A pesar de la importancia de su labor, las aguadoras enfrentan numerosos desafíos, desde la discriminación de género hasta la falta de reconocimiento de su trabajo por parte de las autoridades. Muchas de ellas trabajan en condiciones precarias y sin acceso a servicios básicos, lo que pone en peligro su salud y bienestar.

Es fundamental que se reconozca el papel crucial que desempeñan las aguadoras en la Ciudad de México, así como en otras regiones afectadas por la escasez de agua. Es necesario implementar políticas que garanticen su seguridad y bienestar, así como medidas que aseguren un acceso equitativo al agua para todas las comunidades, en especial aquellas más vulnerables.

En medio de una crisis hídrica cada vez más grave, las mujeres que se dedican a la recolección de agua en la Ciudad de México son verdaderas heroínas que luchan diariamente para garantizar el acceso a este recurso vital. Su labor es un recordatorio de la importancia de proteger y conservar el agua, un recurso esencial para la vida en nuestro planeta.