Redacción - El Semanal
El proyecto de energía eólica en Galicia se ha convertido en un tema polémico que ha generado rechazo por parte de los vecinos del entorno y la Audiencia Nacional de Galicia. Ante esta situación, la Xunta de Galicia ha buscado soluciones innovadoras para abordar las preocupaciones de la comunidad y encontrar un punto de equilibrio.
Una de las iniciativas anunciadas para contrarrestar el rechazo a los parques eólicos es la creación de la Comercializadora Galega de Energía (RDG) por parte del presidente Alfonso Rueda. Esta comercializadora se encargará de vender el 100% de la energía a los consumidores gallegos, ya sean particulares o empresas, ofreciendo descuentos significativos que podrían alcanzar hasta el 50% sobre los precios del mercado.
La puesta en marcha de esta empresa de marketing híbrida, respaldada por un 30% de capital público y un 70% de empresas asociadas como Abanca, Finsa, Megasa y Grupo Nogar, representa un paso importante en la transición energética de Galicia. Además, se espera que esta iniciativa sea una realidad a principios de 2025, una vez que se apruebe el presupuesto correspondiente y se presente el proyecto a la Cámara de Comercio de Galicia.
La creciente oposición social a los parques eólicos, así como las decisiones judiciales que han paralizado algunos proyectos en Galicia, han motivado a la Xunta a buscar alternativas para mitigar las tensiones. La creación de la Comercializadora Galega de Energía busca no solo promover la transición energética, sino también responder a las necesidades y preocupaciones de la comunidad local.
Además, el efecto dominó que estas situaciones pueden desencadenar a nivel nacional, como se ha visto en casos como en Mestrago, donde se ha evidenciado la desigualdad energética entre regiones productoras y consumidoras, plantea un desafío para el país en su conjunto. La apuesta por parques eólicos y solares en Galicia no solo busca impulsar la energía renovable, sino también reducir los costos de instalación para los municipios y enfrentar las reticencias de los vecinos.
En medio de debates y controversias a nivel nacional sobre los parques eólicos, Galicia está tomando medidas arriesgadas pero necesarias para promover la energía renovable y abordar las preocupaciones de la comunidad. La creación de la Comercializadora Galega de Energía representa un paso clave en este proceso de transición hacia un modelo energético más sostenible y equilibrado.
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