En el Parque Nacional del Gran Cañón, continúa la búsqueda de una excursionista desaparecida tras una inundación
La zona de SUPAI, en Arizona, se encuentra en alerta luego de que una mujer fue arrastrada por una crecida del río mientras realizaba una excursión en el arroyo Havasu. Chenoa Nickerson, de Gilbert, se encontraba a unos 800 metros de la confluencia con el río Colorado cuando la inundación la sorprendió el jueves por la tarde.
Las autoridades del Parque Nacional informaron que la mujer de 33 años había pasado la noche en un campamento cerca del pueblo de Supai, en la reserva Havasupai, profundamente ubicada en una garganta dentro del Gran Cañón. La crecida atrapó a varios excursionistas en la zona por encima y por debajo de las cataratas Beaver Falls, que suelen atraer a turistas de todo el mundo a la reserva de la tribu Havasupai. Esta área es propensa a inundaciones que convierten sus icónicas cataratas en un color marrón chocolate.
Otros excursionistas lograron llegar al pueblo, ubicado a unos 3.2 kilómetros del campamento, donde esperaron ser evacuados en helicóptero. La gobernadora Katie Hobbs activó la Guardia Nacional de Arizona, incluyendo helicópteros Blackhawk, para ayudar en la evacuación de los excursionistas desde el pueblo.
La hermana de la excursionista desaparecida, Tamara Morales, elogió a los equipos de rescate del Servicio de Parques Nacionales por su valentía y dedicación en condiciones extremadamente peligrosas y con métodos de comunicación limitados. La tribu Havasupai, cuya reserva es una de las más remotas en EE. UU., cerró el empinado y sinuoso sendero que conduce a la reserva luego de la inundación, solicitando a los visitantes con permisos que no acudan hasta el domingo.
Los esfuerzos de búsqueda y rescate incluyen equipos terrestres, patrullas aéreas y embarcaciones motorizadas en el río Colorado, aguas abajo del arroyo Havasu. A pesar de los desafíos, se logró retomar la evacuación gradual de unos 60 turistas el sábado por la mañana. Por otro lado, Abbie Fink, portavoz de la tribu Havasupai, mencionó que la inundación también afectó al pueblo tribal y que era imposible evaluar de inmediato los daños en los campamentos junto al arroyo.
La incertidumbre sigue creciendo en torno al paradero de Chenoa Nickerson, mientras que los esfuerzos de búsqueda se intensifican en un entorno desafiante y en una de las áreas más remotas de los Estados Unidos. La comunidad local espera ansiosa por noticias positivas y se mantiene en alerta ante las condiciones climáticas adversas que podrían complicar aún más la situación.
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