Redacción - El Semanal
En la localidad de Cold Lake, Alberta, se han presentado una serie de incidentes preocupantes que están desafiando la tranquilidad de sus habitantes. Desde robos de alimentos en ventanillas de autos en el drive-thru de McDonald’s hasta personas viviendo dentro de cobertizos de jardín en Home Hardware, la situación ha llevado a que las empresas locales refuercen sus medidas de seguridad y los residentes se sientan inseguros en su propio entorno.
La policía ha encontrado hogares improvisados en alcantarillas, los bomberos han tenido que responder a más de 20 incendios provocados por personas tratando de mantenerse calientes en campamentos y el vertedero local es revisado todas las noches en busca de muebles y ropa. Incluso, el hotel Ramada ha tenido que construir una valla, cerrar sus puertas por la noche y aumentar la seguridad debido a incidentes violentos y disruptivos.
El alcalde Craig Copeland ha manifestado que los problemas de Cold Lake reflejan una realidad más amplia de falta de vivienda, delincuencia y escasez de ayuda para aquellos que padecen problemas de salud mental y abuso de drogas. La presencia de personas de comunidades remotas y áreas vecinas está contribuyendo al aumento de la delincuencia, especialmente relacionada con la adicción a la metanfetamina.
Para abordar estos problemas, la ciudad ha abierto un refugio para personas sin hogar, implementado una ordenanza que prohíbe vagar durante la noche en callejones y mendicidad agresiva cerca de negocios; y ha contratado seguridad privada. También se ha intensificado el cumplimiento de la ley y se han retirado toneladas de basura de acampamentos locales. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, la situación subyacente de falta de recursos para abordar las causas fundamentales de estos problemas persiste.
Las autoridades locales han llamado a una mayor cooperación entre el gobierno de Alberta y Ottawa, así como a un aumento en la financiación para ayudar a aquellos que luchan con problemas de drogadicción y salud mental. La necesidad de una solución integral que aborde no solo las consecuencias, sino también las causas subyacentes de estos problemas es evidente, ya que se busca romper el ciclo de vulnerabilidad y crisis que afecta a muchas personas en la comunidad.
Ante esta situación, el ministro de seguridad pública de Alberta, Mike Ellis, ha expresado la disposición de la provincia para colaborar en la resolución de los desafíos que enfrenta Cold Lake. Mientras tanto, la diputada local, Laila Goodridge, ha atribuido los problemas al gobierno liberal del primer ministro Justin Trudeau, señalando que el crimen, el caos y el desorden se han vuelto la norma.
En medio de estas circunstancias difíciles, Leona Heisler, responsable de un refugio para personas sin hogar en la zona, ha destacado la urgencia de brindar un apoyo más significativo a aquellos que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad extrema. La necesidad de una intervención coordinada y sostenida para abordar las complejas intersecciones de la falta de vivienda, la adicción y la salud mental se vuelve cada vez más apremiante para garantizar el bienestar de todos los ciudadanos de Cold Lake.
GIPHY App Key not set. Please check settings