En vísperas del 9/9, la industria tecnológica espera con ansias la presentación de los nuevos modelos de Apple. Pero, más allá de la emoción por lo que traiga la marca de la manzana, las miradas están puestas en el impacto que podría tener en la industria relojera suiza.
«Suiza está en problemas», presumió Jonathan Ive, jefe de diseño de Apple, ante la expectación por el lanzamiento del tan esperado reloj inteligente, conocido popularmente como iWatch. Aunque aún no se sabe la fecha de lanzamiento ni el nombre oficial, la idea de que los relojes suizos, con su reputación mundial impoluta, puedan verse amenazados por un competidor novato ha desatado la imaginación de todos en el mundo tecnológico.
La Federación de la Industria Relojera Suiza reporta que el 95% de los relojes producidos en el país se exportan, y que el negocio se mantiene en buena forma, con un crecimiento modesto pero estable. Las exportaciones de relojes de lujo, con un valor superior a los US$3.200, también continúan en crecimiento, lo que indica que marcas como Rolex, Cartier y Patek Philippe no tendrían grandes desafíos ante la competencia tecnológica.
Por otro lado, los relojes inteligentes existentes en el mercado tienden a ser más económicos que los suizos tradicionales y ofrecen servicios digitales y de información específicos, en contraposición a la búsqueda de rendimiento técnico, diseño y artesanía que caracteriza a los relojes clásicos de lujo.
A pesar de las dudas sobre el impacto real que puedan tener los iWatch y otros dispositivos similares, la competencia se intensifica. Compañías como Swatch, que fabrica relojes para un sector menos adinerado, podrían verse afectadas, aunque su CEO, Nick Hayek, considera que la incursión de Apple podría abrir oportunidades en lugar de representar una amenaza directa.
Se espera una tendencia de cooperación entre empresas tecnológicas y relojeras suizas para desarrollar relojes inteligentes que, potencialmente, eviten quedar obsoletos rápidamente. La experiencia de Suiza en la innovación de materiales y la miniaturización mecánica y electrónica podría ser clave en esta colaboración.
Apple, por su parte, ya ha mostrado interés en sumar talento suizo a sus filas, como lo hizo al contratar a Patrick Pruniaux, alto ejecutivo de ventas de Tag Heuer. La sinergia entre la tradición relojera suiza y la innovación tecnológica podría ser el camino a seguir en la era de los relojes inteligentes.
En definitiva, la competencia entre la tecnología y la tradición suiza está en marcha, y será fascinante ver cómo se desarrolla en los próximos años. ¿Podrán los iWatch y sus competidores revolucionar la industria relojera como nunca antes? El tiempo lo dirá. ¡Mantente informado con la sección de tecnología de BBC Mundo!
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