El Festival de Karlovy Vary: Una apuesta estratégica entre arte y negocio bajo el ala de Rockaway Capital
En el corazón de la República Checa, el Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary (KVIFF) celebra este año su 59ª edición, consolidándose como uno de los eventos culturales más relevantes de Europa Central. Bajo la mayoría accionaria de Rockaway Capital desde 2021, el certamen ha evolucionado sin perder su esencia artística, un equilibrio delicado que la firma de inversión gestiona con visión estratégica.
Jan Jírovec, miembro del consejo del grupo KVIFF y socio de Rockaway Capital, revela en una entrevista reciente los desafíos y oportunidades que enfrenta el festival. "No vemos esto solo como un proyecto cultural, sino como una plataforma con proyección internacional", afirma. Entre las iniciativas clave impulsadas por la empresa figuran el lanzamiento de KVIFF.TV y una mayor integración en la industria audiovisual europea.

El legado de Bartoška y el futuro del festival
La reciente muerte de Jiří Bartoška, presidente del festival durante décadas, dejó un vacío difícil de llenar. "Era un líder auténtico que construyó una comunidad, no una marca corporativa", destaca Jírovec. Bartoška, cuya posición no será ocupada en su honor, dotó al KVIFF de un carácter único, combinando intuición artística y capacidad para atraer talento.
Aunque su ausencia es palpable, el equipo actual —encabezado por el director ejecutivo Kryštof Mucha y el director artístico Karel Och— garantiza continuidad. "No habrá cambios radicales, sino una evolución orgánica", asegura el representante de Rockaway. La apuesta es clara: preservar la identidad del festival mientras se exploran nuevas fronteras, como su incursión en series de televisión.
Cultura y negocio: Un binomio posible
Para Rockaway, el KVIFF es un activo dentro de su división Rockaway Arts, que también incluye eventos como el festival musical Colours of Ostrava y el design festival Designblok. "Cada uno tiene su audiencia, pero buscamos sinergias", explica Jírovec. La colaboración entre disciplinas —música, cine y diseño— se perfila como un pilar para fortalecer el ecosistema cultural checo.
Aunque el componente artístico sigue siendo prioritario, la gestión económica no se descuida. "Un proyecto cultural puede ser sostenible y generar valor para la región", subraya. Este enfoque explica por qué el festival, más allá de su prestigio, se ha convertido en un imán para patrocinadores globales y turismo de alto nivel.
Un futuro en expansión
Con las fechas ya marcadas para julio de 2025, el KVIFF apuesta por consolidar su influencia. La estrategia de Rockaway parece clara: equilibrar tradición e innovación, sin perder de vista que el cine —y el arte en general— requiere tanto de pasión como de planificación. En un mundo donde la cultura compite por atención y recursos, este festival checo demuestra que es posible brillar sin dejar de ser fiel a sí mismo.
«

GIPHY App Key not set. Please check settings