Redacción - El Semanal
La fragilidad de un ícono en la cancha: La sombra de una lesión planea sobre Stephen Curry y los Warriors
La figura de Stephen Curry, baladarte de los Golden State Warriors, se cierne bajo la incertidumbre. Una lesión muscular en la pierna izquierda, una distensión de Grado 1, sufrida en el primer encuentro de la serie de semifinales de la Conferencia Oeste el pasado 6 de mayo, mantiene al talentoso base alejado de la duela.
La ausencia del llamado “Chef Curry” se hizo sentir de forma notoria en el cuarto partido de la serie contra los Minnesota Timberwolves, un encuentro que los Warriors cayeron por 117 a 110, posicionándolos ahora con un desfavorable 3 a 1 en contra. Esta situación los obliga a buscar la victoria en Minneapolis en el quinto duelo si desean prolongar su temporada. Y todo apunta a que deberán hacerlo sin su principal catalizador.
La reevaluación del estado físico de Curry está programada para el miércoles. Aunque una posible extensión de la serie les daría un respiro adicional de tres días antes de un hipotético sexto partido en casa, el propio Curry ha sido mesurado respecto a su regreso. Según declaraciones recogidas por medios especializados este lunes por la noche, el jugador expresó: «Aunque quisiera ser Supermán, no podría», aludiendo a la naturaleza de su percance físico.
Esta declaración resuena con los comentarios de su compañero de equipo, Draymond Green, quien previamente había subrayado que ni los Warriors ni Curry buscarán forzar un regreso prematuro del estelar base. Green enfatizó la importancia de la «visión a largo plazo» y la necesidad de encontrar la forma de ganar, independientemente de la participación de Curry. La prioridad, según Green, es la recuperación total del jugador.
El impacto de no contar con Curry se manifestó claramente en el desarrollo del cuarto partido. Los Warriors sufrieron un demoledor parcial de 17-0 por parte de los Timberwolves en el tercer cuarto, transformando un empate a 68 en una ventaja considerable para el conjunto visitante. En ese lapso, los Warriors fueron superados por un aplastante 39-17.
Otro factor que pareció incidir en el desempeño de los Warriors fue el estado de Jimmy Butler. El jugador, que brilló en el tercer partido con 33 puntos, tuvo una actuación más discreta en el cuarto encuentro, con solo 14 puntos y 6 rebotes, producto de escasos nueve intentos a canasta. Green explicó que Butler no se encontraba bien físicamente ese día, lo que afectó su energía. El propio Green asumió parte de la responsabilidad, señalando que no logró colocar a Butler en situaciones de juego que facilitaran su anotación, facilitando que la defensa rival se concentrara en él.
El entrenador de los Warriors, Steve Kerr, reconoció la falta de agresividad de Butler en el partido, pero también apuntó a la buena defensa de Minnesota como factor. Kerr lamentó la dificultad para generar espacios en la ofensiva sin la presencia de Curry, lo que limita la capacidad de incorporar a más tiradores al quinteto. No obstante, expresó su convicción de que Butler recuperará su agresividad para el quinto partido tras revisar el video del encuentro.
Por su parte, la joven estrella de los Timberwolves, Anthony Edwards, quien anotó 30 puntos en el cuarto partido, manifestó su deseo de enfrentarse a Curry en la cancha. Edwards, quien compartió vestuario con Curry en el equipo olímpico de Estados Unidos, expresó su admiración por el base de Golden State, considerándolo el mejor tirador de todos los tiempos, y le deseó una pronta recuperación.
La situación de los Warriors es crítica. Enfrentan un escenario conocido, pero no por ello menos desafiante, sin su líder en la cancha. La capacidad del equipo para sobreponerse a esta adversidad y la posible evolución de la lesión de Curry serán determinantes en el desenlace de esta intensa serie de postemporada.
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