La tragedia del sumergible Titán ha desencadenado consecuencias legales que podrían resultar difíciles de solventar para la familia del explorador francés Paul-Henri Nargeolet, quien perdió la vida junto a otras cuatro personas en el accidente ocurrido en junio de 2023. El pasado martes, el patrimonio de Nargeolet presentó una demanda civil por más de 50 millones de dólares contra OceanGate, propietario del sumergible, alegando negligencia grave por parte del operador y el consecuente sufrimiento emocional sufrido por la tripulación antes de la implosión del sumergible.
Según expertos legales, obtener un fallo favorable en este caso será todo un desafío. Aunque es posible que la familia de Nargeolet reciba una compensación económica, podría ser significativamente menos de lo solicitado, especialmente teniendo en cuenta que OceanGate ha cesado sus operaciones.
Algunos argumentan que los pasajeros del Titán asumieron un riesgo al embarcarse en un sumergible experimental con destino al sitio del naufragio del Titanic. Según John Perlstein, abogado de lesiones personales en California y Nevada, las decisiones tomadas por la tripulación y los pasajeros implican una responsabilidad compartida, incluyendo al constructor y piloto de la embarcación.

La demanda fue presentada en el condado de King, Washington, donde se encuentra con sede OceanGate. Los abogados de Nargeolet se basan en el sufrimiento emocional de la tripulación durante el incidente como parte fundamental de su caso. Según la firma Buzbee Law de Houston, Texas, la tripulación tenía plena conciencia de su inminente fatalidad desde los primeros momentos de la inmersión.
A pesar de la complejidad de demostrar este punto, el profesor distinguido de derecho en la Universidad Northeastern de Boston, Richard Daynard, considera que es factible probar la negligencia. Sin embargo, incluso en caso de comprobarse, no hay garantía de una compensación económica significativa.
La nave Titán realizó su última inmersión el 18 de junio de 2023, perdiendo contacto con su embarcación de apoyo unas dos horas después. Tras una intensa misión de búsqueda y rescate, se encontraron los restos del Titán en el fondo marino, a unos 300 metros de la proa del Titanic y a unas 700 kilómetros al sur de St. John’s, en Terranova.
El CEO y cofundador de OceanGate, Stockton Rush, estaba a cargo de la nave en el momento de la implosión, que también cobró la vida del aventurero británico Hamish Harding y dos miembros de una prominente familia paquistaní.
Los expertos señalan que la demanda presentada por la familia de Nargeolet puede enfrentar dificultades adicionales debido a los escasos activos de OceanGate. Ted Spaulding, abogado de lesiones personales con sede en Atlanta, describe la demanda como un intento desesperado por obtener justicia, destacando la complejidad del caso dada la situación de la compañía demandada.
La muerte de Nargeolet, reconocido como «Mr. Titanic» por su extensa experiencia en inmersiones en el sitio del Titanic, ha conmocionado a la comunidad de exploradores submarinos a nivel mundial, generando un profundo pesar.
Actualmente, se está llevando a cabo una exhaustiva investigación sobre la implosión del Titán, liderada por la Guardia Costera de los Estados Unidos. Una audiencia pública clave en el marco de esta investigación está programada para septiembre, a fin de esclarecer los hechos que llevaron a esta tragedia y determinar posibles responsabilidades.

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