El Museo Británico, conocido por albergar una de las colecciones de arte más importantes a nivel mundial, se encuentra en medio de una polémica por la procedencia de algunas de sus obras. En particular, la disputa con Grecia sobre los mármoles del Partenón ha sido un tema candente durante años.
La historia se remonta al siglo XIX, cuando Thomas Bruce, séptimo conde de Elgin, adquirió una serie de piezas del Partenón y posteriormente las vendió al gobierno británico. Estos mármoles, que incluyen un friso de 75 metros de largo, 15 metopas y 17 estatuas, actualmente se exhiben en el Museo Británico, lo que ha generado malestar en Grecia.
Grecia considera que la adquisición de estas obras fue ilegal y ha estado exigiendo su devolución. Como medida de protesta, construyeron el Museo de la Nueva Acrópolis, que cuenta con una sección dedicada a los «Mármoles de Elgin del Exilio». Este museo, que en su mayoría tiene estantes vacíos esperando el regreso de las obras retenidas en Londres, refleja la firme postura de Grecia en este asunto.
En medio de esta controversia, un grupo de historiadores y arqueólogos británicos ha decidido tomar acción. Escanearon las obras del Partenón sin permiso, creando réplicas exactas en mármol y entregándolas al Museo Británico. Esta audaz iniciativa busca presionar al museo para que considere la devolución de las obras a Grecia, donde sostienen que pertenecen legítimamente.
La respuesta del Museo Británico ha sido firme, negándose a ceder ante las demandas de Grecia. Sin embargo, los arqueólogos e historiadores británicos han intensificado su protesta con la creación de un documental titulado «Lo que robaron los británicos», donde se exploran con detalle los artefactos en disputa. Este documental pretende sensibilizar al público sobre la procedencia cuestionable de algunas obras en los museos británicos.
A pesar de la resistencia del Museo Británico, los arqueólogos argumentan que las réplicas de las obras del Partenón pueden proporcionar una experiencia similar a la de ver los originales. Utilizando tecnología de escaneo en 3D y réplicas de mármol pintadas de manera similar a como se cree que estaban originalmente, buscan ofrecer una lección de historia más auténtica a los visitantes del museo.
En medio de esta controversia, que ha generado debates tanto en las calles como en el parlamento, el futuro de los mármoles del Partenón en el Museo Británico sigue en entredicho. La disputa entre Grecia e Inglaterra sobre la propiedad y exhibición de estas obras históricas parece lejos de resolverse, dejando en el aire la pregunta sobre la verdadera custodia y significado de estas piezas culturales.
GIPHY App Key not set. Please check settings