La cancha deja atrás a una de sus figuras más carismáticas de los últimos tiempos. Jimmer Fredette, el talentoso escolta reconocido tanto en el baloncesto universitario como en el profesional y más recientemente en la modalidad 3×3, ha anunciado su retirada. Con 36 años, pone fin a una trayectoria deportiva que le llevó desde las canchas de Nueva York hasta la elite del baloncesto mundial y los Juegos Olímpicos.
La noticia, confirmada por el propio Fredette a través de sus redes sociales, ha generado diversas reacciones entre aficionados y expertos del deporte. «El baloncesto me ha llevado por todo este mundo: desde Glens Falls, NY, hasta BYU, la NBA, China, Grecia, ¡e incluso el Equipo de EE. UU. en los Juegos Olímpicos!», expresó el jugador en una publicación que resonó en el ámbito deportivo. «Este juego y mi amor por él me han formado en la persona que soy hoy y por eso estoy eternamente agradecido. Tantos recuerdos y momentos increíbles. No siempre fue fácil, ¡pero siempre valió la pena! El próximo viaje comienza ahora», añadió, dejando entrever una transición hacia una nueva etapa profesional.
Recordado por su etapa universitaria en BYU, donde lideró el país en anotación durante la temporada 2010-11, Fredette fue un fenómeno a nivel nacional, obteniendo reconocimientos como el de jugador del año por consenso. Su impacto en BYU se tradujo en una presencia en el Sweet 16 por primera vez en tres décadas, consolidando su estatus como una promesa del baloncesto estadounidense.

Su salto a la NBA se produjo en el draft de 2011, siendo seleccionado en la décima posición por los Milwaukee Bucks, aunque rápidamente sus derechos fueron traspasados a los Sacramento Kings. A lo largo de seis temporadas, Fredette pasó por diversas franquicias de la liga, incluyendo Chicago, New Orleans, New York y Phoenix, dejando pinceladas de su habilidad anotadora.
Sin embargo, fue en ligas extranjeras donde Fredette alcanzó un notable éxito, especialmente en China. Allí, se consolidó como una estrella, llegando a conseguir el premio MVP de la Chinese Basketball Association en 2017. Su capacidad para anotar puntos de forma explosiva se evidenció en partidos memorables, incluyendo actuaciones de 70 y 75 puntos, con parciales extraordinarios como los 60 puntos anotados en una sola mitad.
Los últimos años de su carrera profesional estuvieron marcados por su incursión en el baloncesto 3×3. Esta disciplina, caracterizada por su ritmo rápido y formato de media cancha, permitió a Fredette redescubrir su mejor versión. Representando a Estados Unidos, logró importantes éxitos, incluyendo medallas de oro en el FIBA 3×3 AmeriCup de 2022 y en los Juegos Panamericanos de 2023, además de una plata en la Copa del Mundo FIBA de ese mismo año. Su rendimiento en esta modalidad le valió ser reconocido como el atleta del año 3×3 por USA Basketball en 2023.
Su participación en los Juegos Olímpicos de París, donde partía como el jugador número uno del ranking mundial de 3×3, se vio truncada por una lesión muscular al inicio del torneo. Este contratiempo no solo afectó su rendimiento individual, sino que también mermó las opciones del equipo estadounidense, que por reglamento no pudo reemplazarle y tuvo que disputar el resto de la competición con solo tres jugadores.
«Le debo mucho de quién soy hoy a este juego y no es fácil decir adiós como jugador», admitió Fredette en su emotiva despedida. «Pero ha llegado la hora». Con estas palabras, un talentoso anotador y un competidor incansable se despide de las pistas, dejando un legado de versatilidad y pasión por el baloncesto en sus distintas facetas.

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