El fenómeno "Squid Game" salta de Netflix a la oficina: ¿una herramienta de productividad inesperada?
El éxito global de Squid Game, la serie surcoreana de Netflix, ha trascendido las pantallas para infiltrarse en un ámbito insospechado: el mundo empresarial. La adaptación al formato videojuego, Squid Game: Unleashed, desarrollada por Boss Fight y Netflix Game Studio, promete no solo entretener, sino también revolucionar la dinámica laboral en pequeñas empresas. Disponible próximamente para Chromebooks y tabletas Android, su llegada plantea una pregunta: ¿puede un juego basado en competiciones extremas fortalecer el trabajo en equipo?
La clave, según expertos en recursos humanos, radica en su potencial para fomentar la colaboración. El juego permite enfrentamientos multijugador de hasta 32 participantes, replicando los icónicos desafíos de la serie pero en un entorno virtual seguro. Aunque su temática pueda parecer controvertida, la mecánica de superar obstáculos en grupo podría traducirse en habilidades transferibles al ámbito profesional: toma de decisiones bajo presión, resolución creativa de problemas y cohesión grupal.

"La gamificación en el entorno laboral no es nueva, pero su integración debe ser estratégica", advierte un consultor especializado. El riesgo de distracción existe, especialmente si no se establecen pautas claras sobre cuándo y cómo utilizarlo. Sin embargo, empresas pioneras ya exploran su uso en actividades de team building, sustituyendo los clásicos talleres por partidas estructuradas que, en teoría, romperían jerarquías y fomentarían la comunicación horizontal.
Técnicamente, el juego aprovecha las capacidades de dispositivos asequibles como los Chromebooks, con soporte para teclado y ratón, gráficos adaptados a pantallas grandes y una interfaz rediseñada para experiencias más inmersivas. Esta accesibilidad lo convierte en una opción tentadora para pymes con presupuestos ajustados que buscan innovar sin invertir en costosas plataformas.
No obstante, el debate ético persiste. Algunos críticos señalan que la asociación entre un universo ficticio basado en la supervivencia y el entorno laboral podría enviar mensajes ambiguos. "El contexto importa", subraya una psicóloga organizacional. "Si se enfoca como una metáfora de superación colectiva, puede ser valioso. Pero sin una reflexión posterior, podría normalizar dinámicas individualistas".
Mientras Squid Game: Unleashed se prepara para su lanzamiento, los empresarios tienen la última palabra. En un mercado donde la retención de talento y el bienestar laboral son prioritarios, herramientas inusuales como esta podrían marcar la diferencia. Eso sí, su éxito dependerá de un equilibrio delicado: divertir sin trivializar, competir sin excluir, y sobre todo, convertir el juego en una palanca para objetivos reales.
La apuesta está sobre la mesa. ¿Están las empresas listas para jugar?
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