La selección femenina de Estados Unidos se dirige a los Juegos Olímpicos de París con interrogantes en el ataque. La entrenadora del equipo, Emma Hayes, expresó su deseo de una mejor toma de decisiones y ejecución frente al gol contra Costa Rica en el último partido de las estadounidenses antes de partir hacia los Juegos Olímpicos de 2024.
A pesar de tener un dominio estadístico abrumador con 26 tiros y el 80% de posesión, el resultado fue un empate sin goles ante un equipo costarricense que se atrincheró en defensa con un bloque ultra bajo. Esta táctica dificultó la precisión del equipo estadounidense, que no logró concretar las oportunidades generadas.
A pesar de la falta de gol en los últimos partidos, la preocupación crece en torno a la efectividad de la delantera estadounidense. Hayes busca un desarrollo a largo plazo del equipo, pero la pregunta sobre cuándo lograrán afinar su puntería sigue siendo válida y apremiante a una semana de los Juegos Olímpicos.
A pesar de contar con talento individual en el equipo, como se vio en la Copa Mundial de 2023, la fluidez en el juego colectivo sigue siendo un trabajo en progreso. La falta de puntuación en los últimos encuentros plantea inquietudes en la antesala de los Juegos Olímpicos de París.
La ausencia de la centrocampista Rose Lavelle en el partido de despedida ante Costa Rica debido a molestias en la pierna se sintió en la creatividad del equipo. La presencia de Lavelle ha sido crucial en resolver partidos contra equipos que se defienden intensamente.
La experimentación táctica de Hayes con un sistema 3-5-2 en la segunda mitad no logró romper el marcador. Aunque estos partidos de preparación suelen ser un equilibrio entre probar nuevas estrategias y prevenir lesiones, la falta de contundencia de cara al gol es una preocupación constante.
Hayes ha destacado los desafíos enfrentados por el equipo en los últimos encuentros, desde la marca individual de México hasta la variedad de bloques defensivos. A pesar de los obstáculos, la entrenadora insiste en la paciencia y la persistencia como clave para lograr resultados positivos en la delantera.
En resumen, la falta de eficacia en el ataque de la selección femenina de Estados Unidos plantea cuestionamientos sobre su desempeño de cara a los Juegos Olímpicos de París. Emma Hayes y su equipo deberán trabajar en mejorar la precisión y la toma de decisiones en el último tercio del campo para aspirar al éxito en la máxima competición deportiva.
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