Durante una conferencia de prensa en Halifax al término de una cumbre de tres días de primeros ministros de Canadá, se destacó que, hasta el momento, los primeros ministros de Manitoba y Terranova y Labrador son los únicos líderes que se han ofrecido públicamente para acoger a solicitantes de asilo con el fin de aliviar la presión sobre Quebec, a pesar del llamado conjunto de todos los primeros ministros para que los posibles refugiados sean distribuidos de manera más equitativa en todo el país.
El primer ministro de Quebec, François Legault, expresó que su provincia ya no puede soportar el alto número de solicitantes de asilo que han llegado en los últimos años. En este sentido, mencionó que «varias» provincias estarían dispuestas a aceptar a más refugiados de Quebec, pero no proporcionó nombres específicos.
Por otro lado, el primer ministro de Manitoba, Wab Kinew, manifestó su disposición de acoger a más solicitantes de asilo, especialmente a francófonos, siempre y cuando la provincia reciba más fondos del gobierno federal. En la misma línea, el primer ministro de Terranova y Labrador, Andrew Furey, se mostró dispuesto a compartir de manera proporcional el número de nuevos llegados que buscan el estatus de refugiado.
Los primeros ministros provinciales y territoriales respaldaron en una declaración conjunta la «distribución justa» de solicitantes de asilo en todo Canadá. Solicitaron al gobierno federal «agilizar la evaluación de genuinos solicitantes de asilo que ingresan a Canadá y colaborar con los gobiernos provinciales y territoriales para determinar el número adecuado de solicitantes de asilo aceptados». Además, insistieron en que Ottawa debe proporcionar «financiamiento adecuado» para cubrir los costos de brindar a los posibles refugiados alojamiento y otros servicios.
Por su parte, varios primeros ministros señalaron que sus situaciones no difieren mucho de la realidad en Quebec, que actualmente alberga a más del 50% de los solicitantes de asilo en Canadá, según el gobierno provincial. Ontario expresó que junto con Quebec «soportan la carga» de apoyar a los solicitantes de asilo, y criticó la lentitud de Ottawa para emitir permisos de trabajo a los recién llegados.
Es evidente que la distribución de solicitantes de asilo en Canadá es un tema de importancia nacional que requiere de una atención cuidadosa y una acción coordinada entre los diferentes niveles de gobierno para garantizar una respuesta efectiva y justa en beneficio de los refugiados y de las comunidades receptivas.
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