El Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia afirmó el miércoles que tienen «pruebas irrefutables» que incriminan al periodista Evan Gershkovich, del Wall Street Journal, por espionaje. Este anuncio se produce un día antes de que Gershkovich comparezca en la corte.
Sergey Lavrov culpó a los periodistas estadounidenses por retrasar las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia sobre un posible intercambio de prisioneros al hacer públicas las negociaciones confidenciales, las cuales aún están en curso.
Durante una conferencia de prensa en la ONU, Lavrov declaró que el caso de Gershkovich «no tiene nada que ver con ataques al periodismo».
«Quiero asegurarles que, al igual que ustedes, nosotros también estamos a favor del periodismo y la libertad de expresión», respondió Lavrov a una pregunta de un reportero.
Gershkovich fue arrestado el 29 de marzo de 2023 mientras realizaba un viaje de trabajo en Yekaterimburgo, una ciudad en los Urales. Las autoridades rusas no presentaron evidencia de que estuviera recopilando información secreta para Estados Unidos.
El mes pasado, la Fiscalía General de Rusia acusó a Gershkovich de «recolectar información secreta» por orden de la CIA sobre una planta de equipamiento militar a 150 kilómetros al norte de Yekaterimburgo. La planta ha sido considerada como un símbolo pro-Kremlin desde que uno de sus directivos denunció públicamente las protestas antigubernamentales en 2011-2012.
Tanto Gershkovich, el Wall Street Journal, como Estados Unidos niegan que el periodista fuese un espía.
Lavrov mencionó que Estados Unidos y el Reino Unido han reclutado periodistas como espías desde hace tiempo y citó una publicación reciente en Telegram de la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, sobre las memorias de un periodista británico que espió a Rusia revolucionaria en 1917.
«El uso de periodistas con propósitos de inteligencia, al menos en el mundo anglosajón, es una tradición», afirmó Lavrov.
Gershkovich está programado para comparecer en la corte el jueves para la segunda audiencia de su juicio. En caso de ser declarado culpable, enfrentaría hasta 20 años de prisión, aunque Rusia ha indicado que está abierta a un intercambio de prisioneros después de un veredicto.
Los tribunales rusos condenan a más del 99 por ciento de los acusados. Los fiscales pueden apelar las sentencias que consideren demasiado indulgentes, e incluso pueden apelar las absoluciones.
Lavrov no especificó qué acciones consideraba que habían ido «demasiado lejos» por parte de Occidente, pero insinuó que Rusia ha tomado represalias.
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