Redacción - El Semanal
En un mundo cada vez más globalizado, la crisis social se ha convertido en un tema de gran relevancia y preocupación. La Organización de las Naciones Unidas ha alertado sobre los riesgos de un retroceso en el desarrollo social a nivel mundial si no se toman medidas concretas para minimizar los impactos a largo plazo de las múltiples crisis que enfrentamos en la actualidad.
El Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas ha publicado el Informe Mundial Social 2024, titulado ‘Desarrollo Social en Tiempos de Crisis Convergentes: Un Llamado a la Acción Global’, el cual analiza los efectos de las crisis y shock sociales en el desarrollo de los países y su capacidad para hacer frente a estas situaciones a través de protecciones sociales.
Uno de los principales desafíos que enfrentamos es la aparición de crisis superpuestas, especialmente aquellas causadas por fenómenos climáticos extremos. Estas crisis no solo afectan a un país o región en particular, sino que tienen repercusiones a nivel mundial debido a la interconexión existente entre los países y sistemas. El aumento en la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos, como huracanes y sequías prolongadas, amenaza la seguridad alimentaria y la producción agrícola a nivel global.
A pesar de que se ha avanzado en la comprensión de los impactos de estas crisis, la preparación y los sistemas de alerta temprana siguen siendo insuficientes. Según el informe, solo el 47 por ciento de la población mundial tiene acceso a al menos un beneficio de protección social, lo que significa que casi la mitad de la población mundial no cuenta con este tipo de protecciones. Esta disparidad se ve agravada en países de bajos ingresos, donde solo el 13 por ciento de la población está cubierta.
Las crisis continuas afectan de manera desproporcionada a las comunidades vulnerables, aumentando los riesgos de pobreza, inseguridad alimentaria, desigualdad de riqueza y pérdida de educación. La falta de acceso a protecciones sociales agrava aún más esta situación, especialmente en lo que respecta a la pérdida de empleos y el aumento de las desigualdades económicas.
Ante este panorama, es fundamental que los países refuercen su capacidad de resiliencia a través de la cooperación internacional. La creación de mecanismos de financiación globales y de colaboración entre países es clave para mitigar los efectos de las crisis y avanzar hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El informe concluye con una serie de recomendaciones para reactivar las acciones nacionales en pos del desarrollo social, incluyendo la expansión y fortalecimiento de las protecciones sociales, así como la aceleración del trabajo hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La cooperación global es fundamental para avanzar hacia un futuro más sostenible y equitativo para todos.
En un escenario marcado por la inseguridad y la desigualdad, es crucial que la comunidad internacional se una en torno a políticas y acciones sociales que impulsen el desarrollo y la inclusión a nivel global. La celebración de cumbres y conferencias internacionales, como la Cuarta Conferencia Internacional sobre Financiamiento para el Desarrollo en España y la Segunda Cumbre Mundial de Desarrollo Social en Qatar, representan oportunidades clave para que los países coordinen esfuerzos y avancen hacia un futuro más próspero y sostenible para todos.
pzzz, ok, interesante artículo, pero yo creo que siempre hay problemas en el mundo, q no se va a resolver así de fácil. Hay que ser realistas y buscar soluciones a nivel local también, no solo pensar en lo global. La pobreza es un tema complicado que necesita más que solo palabras, ¿no creen?